AGR Almeria

Labcolor, el CSI del campo almeriense

  • Casi 30 años después de su puesta en marcha, el laboratorio de Coexphal es el centro de referencia en el campo almeriense y se ha convertido en voz autorizada a nivel nacional y europeo

Al servicio del campo. Con ese objetivo lleva trabajando casi 30 años el laboratorio de Coexphal, Labcolor. Fundado en 1988 y puesto en marcha por el que fue su director hasta el pasado mes de junio, Mariano Contreras, este centro de investigación se creó para dar servicio a las empresas comercializadoras y a los propios agricultores socios de la Asociación. Una especie de CSI del campo almeriense donde todo se analiza para garantizar su calidad y se trabaja para innovar en la búsqueda de nuevas soluciones que aporten un salto de calidad al sector. Su cometido, desde sus inicios, ha calado en unos agricultores que han hecho que, d más de medio siglo después, el de la agricultura siga siendo el milagro de la provincia. La progresión de Labcolor, como la del propio campo, se ha desarrollado a pasos agigantados, pasando de un miembro a contar con los 18 profesionales, altamente cualificados con los que cuenta en la actualidad.

En estos comienzos, Contreras junto con la Universidad de Almería fueron los principales responsables en hacer posible la realidad de Labcolor, que comenzó con el objetivo de mejorar la comercialización mediante el control de los residuos de plaguicidas, precisamente en una época, la de finales de los 80, donde se produjo ese 'boom' en el que la producción hortofrutícola almeriense comenzó a 'invadir' Europa.

Posteriormente, el siguiente Departamento que se abrió fue de Producción, o llamado formalmente de Análisis fisico-químico de manejos de cultivo, esto es manejo de suelos, agua, etc. La que se señala su propia denominación es precisamente la información que proporciona dicha área y cuyos análisis sirven para optimizar esos elementos, además de conocer qué deficiencias tiene la planta o estimar en si necesita o no de más o menos nutrientes, entre otros aspectos. Este Departamento sigue vigente hoy día con funciones muy similares pero evolucionado acorde a las necesidades del campo. Ya por 1998 se creó el área de higiene agroalimentaria, cuya función es asesorar a las empresas para la implantación y verificación de sistemas de Análisis de Peligros y Puntos de Control Critico (APPCC-HACCP), así como realizar los análisis microbiológicos necesarios para verificación de dichos sistemas.

Marta Vargas, profesional de Labcolor desde 1999, es la nueva directora de un centro al que entró como química en 1999 y que conoce a la perfección.

Ha estado en buena parte de los hitos más importantes del centro, y también en las crisis que ha tenido el sector agroalimentario almeriense y en los que se vivieron momentos complicados y donde la labor del laboratorio fue decisiva para saltar los obstáculos. Un año después de entrar a formar parte de la familia de Labcolor, en el año 2000, se creó el departamento de Sabor y Salud, que ya en un claro momento en el que se busca el valor añadido del producto. Fitopatología es otro Departamento, nacido en 2002, que surgió por la demanda de los asociados. "Es el doctor del campo. La patología abarca las enfermedades de las plantas, y aquí tenemos una doctora que asesora a los técnicos y agricultores cuando hay una enfermedad, es decir, cuando ya hay un problema. Se encarga de ver los síntomas y hace los análisis pertinentes, esto es, cuando el problema o plaga ya ha hecho acto de presencia y hay que buscar la fórmula para atajarlo", explica la directora.

Por último, llegó el área de control de calidad de enemigos naturales en 2007, para el estudio de la calidad de organismos auxiliares empleados en el control biológico de plagas, que tornó en una realidad y en el futuro más inmediato para el campo almeriense por aquel entonces.

"Esto fue un cambio radical en el campo. Nadie creía en la fauna auxiliar y el pimiento, por ejemplo, desde su aparición en tan solo un par de años ya se producía de esta forma. Lo que parecía algo imposible, cómo íbamos a controlar las plagas con otras plagas 'buenas', pues se hizo. En el laboratorio siempre confiamos en las posibilidades del control biológico, de hecho, hubo un Departamento de Coexphal que tenía ese nombre y que terminó integrándose en otros porque los clientes dejaron de necesitar aquel asesoramiento. Ahora este departamento ha cambiado de nombre a técnicas de producción y control de plagas", explica Vargas.

"Teníamos mucha gente trabajando en el control biológico y estábamos convencidos de que el campo sabría ponerlo en práctica, porque en eso, los agricultores almerienses siempre han demostrado ser muy dinámicos", explica la responsable de Labcolor, un laboratorio que vivió otro de sus grandes cambios con la implantación en las empresas comercializadoras de la higiene agroalimentaria. Poner aquí el punto de mira fue un hito muy importante. Que además hoy sigue siendo uno de los puntos fuertes, más aún después de la crisis del E. Coli", y que pasó forma parte como algo esencial de la cadena productiva (el control microbiológico).

En su particular labor al servicio de la agricultura, el Departamento de Residuos de Plaguicidas es donde más se invierte, ya que es uno de los ámbitos donde más se innova y de manera más constante. "Aquí contamos con unos equipos de última generación, adquiridos hace muy poco tiempo. Luego también avanzamos mucho en la microbiología. Estamos modernizando equipos para dar una respuesta con los análisis mucho más rápida, que al final es esa brevedad una de las claves y de los objetivos que perseguimos. La respuesta rápida es esencial", asegura Vargas. Entre los asociados de Coexphal están los que se han adentrado en la producción de la cuarta y quinta gama y donde Labcolor fue primer laboratorio privado en acreditarse para practicar su análisis en España. "Los análisis para la cuarta y quinta gama son los mismos, lo que pasa que el producto requiere una respuesta mucho más rápida para sacarlo al mercado cuanto antes. Ahí empezamos con métodos de 48 horas, incluso algunos más lentos. Este hito marcó modo de trabajo y agenda".

Pese a todo ello, la labor del laboratorio no queda en el amplio servicio que ofrece a los asociados de Coexphal, sino que también son voz autorizada dentro del sector para diferentes estudios y publicaciones de referencia, ya que el personal que aquí trabaja maneja una información diaria y muy actualizada de lo que acontece en el campo, de sus necesidades y desafíos, algo que saben muy bien en el Ministerio de Agricultura, que recurre a los servicios de Labcolor para aportar su opinión en temas de interés. Además, participan en formación a inspectores de sanidad, incluso a nivel europeo. "Nos llaman y nos desplazamos. Ahora por ejemplo estamos dentro de un programa para homogeneizar criterios de los inspectores en el continente. Están haciendo formación en Valencia o Bulgaria, entre otros lugares. Son cursos de dos o tres jornadas cada cuatro o cinco meses, a donde se desplaza un especialista del laboratorio".

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