Un papel clave. Ese es el que juega la mujer dentro del sector pesquero. Y no de ahora, sino de siempre. Independientemente de su rol dentro de la profesión marinera, las féminas han sido siempre parte fundamental dentro de una profesión en la que han ocupado un segundo plano de manera secular.

Afortunadamente, la tendencia está cambiando, y la visibilidad de la mujer en el sector se está haciendo notar cada vez más. Almería, en eso, es un referente. María de los Ángeles Cayuela, abogada y armadora de la embarcación del Nuevo Anamar de 42 años de edad, se convirtió el año pasado en la primera mujer en presidir una asociación de armadores en todos los puertos de Almería, caso de la Asociación del Puerto de la capital, Asopesca. Natural de la barriada de Pescadería, esta trabajadora lleva toda su vida enrolada, pues su trayectoria comenzó ya desde la cuna.

Además de ella, el puerto almeriense cuenta actualmente con casi una decena de profesionales a las que se las puede ver tanto en alta mar como realizando las labores propias de la dirección de su empresa, pero siempre jugando un papel trascendental.

"Las mujeres siempre han estado aquí, lo que pasa que se las veía mucho menos", comenta Cayuela, pero también es verdad que se han dejado atrás años en los que "hasta estaba mal visto que una mujer se embarcara o simplemente se dejara ver por la lonja", apunta otra pescadora, María del Carmen Ballart, armadora del buque de arrastre 'Jose y Fernanda', y cuya tripulación se completa con Ramón, su marido, y los dos hijos. Ella, como ellos, también se embarca en muchas ocasiones. Aquí no hay distinción, y si ellos no la hacen, la sociedad, ni ningún sector profesional, tampoco puede hacerla.

"En el día a día puede ser que algunas bajemos menos, pero la gestión que tiene la dirección lleva mucho tiempo y es una labor básica", reconoce Ana María Belmonte. No son muchas, no llegan ni a diez, pero es que en la capital hay del orden de 40 embarcaciones, y por tanto, hablamos de una representación femenina del 20%. Más que suficiente para tener un papel determinante en órganos de decisión.

La Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca) cuenta en cargos de decisión con estas tres protagonistas. A la presidencia de Cayuela, hay que unir la vicepresidencia de Ballart o la vocalía de arrastre para la propia Belmonte.

Además, estas mujeres también impulsaron la creación de la Asociación de mujeres pescadoras Galatea, a fin de constatar esta representatividad y que a la postre se han convertido en un colectivo con mucho peso en la dinámica portuaria, en la puesta en valor del producto y en la continua lucha de una óptima comercialización.

Luchadoras incansables, capaces de conciliar una profesión tan dura como es la pesca con otra no menos dura que es ser madre. Un mérito que solo es cuantificable para el que está cerca, pero que ahora, por fin, desde el sector se está haciendo visible. Más vale tarde que nunca...

Desde la semana pasada existe en España un colectivo representativo de la mujer en la pesca, se trata de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), formada por 12 asociaciones de armadoras, rederas, mariscadoras y otros perfiles profesionales del sector pesquero y entre las que se encuentra la Asociación de Mujeres de la Pesca Galatea.

Impulsada por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), supone un paso decisivo para aumentar la visibilidad de las 5.000 mujeres que diariamente desempeñan actividades directamente relacionadas con la actividad pesquera en España, así como su participación en los órganos consultivos y ejecutivos del sector.

Desde la semana pasada existe en España un colectivo representativo de la mujer en la pesca, se trata de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), formada por 12 asociaciones de armadoras, rederas, mariscadoras y otros perfiles profesionales del sector pesquero y entre las que se encuentra la Asociación de Mujeres de la Pesca Galatea.

Impulsada por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), supone un paso decisivo para aumentar la visibilidad de las 5.000 mujeres que diariamente desempeñan actividades directamente relacionadas con la actividad pesquera en España, así como su participación en los órganos consultivos y ejecutivos del sector.

"El pasado noviembre de 2015 se produjo la primera reunión para ponerla en marcha. Se hizo en alicante y, como las representantes gallegas no pudieron acudir a la cita lo aplazamos para unos meses más tarde. Así, ya en marzo se retomó la constitución para elegir los representantes en la dirección. En este caso fuimos nosotros quienes por agenda no pudimos asistir y que fue en Compostela", recuerda Cayuela sobre una constitución en la que finalmente han quedado representantes de los colectivos del norte en los principales órganos decisorios, como presidencia, vicepresidencia y secretaría. "Nos hubiera gustado formar parte de alguno de estos cargos para que en ellos hubiera habido una representación geográfica más amplia, situación similar a la representación de la comunidad valenciana, que al igual que nosotras, solo están presentes en las vocalías".

Ahora falta que la nueva Asociación comience a rodar y a materializar proyectos que promuevan la visibilidad y la concienciación social hacia este engranaje básico en el sector. Mientras tanto, las mujeres almerienses no pararán de luchar por un reconocimiento justo, a la vez que no cesarán de trabajar por y para todo el conjunto del sector, tender una mano al compañero que lo necesite o sacar adelante sus familias hasta su última gota de aliento. Sin duda son una figura clave para que esta añeja profesión siga adelante en su mejor estado de salud. Ellas estarán ahí para tirar del carro; ellas son princesas de mar.