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Sandía con nombre propio

  • Este cultivo vive uno de sus mejores momentos gracias a las programaciones comerciales de las comercializadoras

  • Proliferan las marcas propias en la provincia para llegar a los consumidores

>la sandía almeriense goza de un gran estado de salud. Las exportaciones de la provincia han crecido en 115.000 toneladas en 5 años, hasta alcanzar las 327.000 toneladas. Lo que supone un 23% del total importado en la UE. Y es que Almería ha logrado hacerse con su cuota y ya domina el mercado continental entre los meses de abril y junio. Y cada campaña van creciendo las ventas entre julio y septiembre.

Esto no es fruto de la casualidad. Especialmente en el último lustro, la sandía se ha convertido en el fruto de primavera por excelencia. El impulso ha venido desde el marketing y probablemente se ha convertido en paradigma de como situar un producto hortofrutícola en el mercado. Almería no vende sandías. Sí, sí las vende, y de calidad más que contrastada, pero sobre todo exporta marca. Y con ella una imagen atractiva que proyecta salud, fiabilidad, garantía...

Las empresas agroalimentarias almerienses han sabido dar con la tecla. La sandía ahora cuenta con unas programaciones comerciales que le dan una gran salida y ya son muchas las que han promovido esta apertura de miras a través de una marca propia con la que llegar a los clientes de todo el continente. Sandía Fashion es una de las reinas del mercado. El Grupo AGF se constituyó en 2006 y formado por 17 empresas hortofrutícolas (Murgiverde, Costa de Níjar, Costa de Almería, Nature Choice, Acrena, Agroejido, Agroponiente, entre otras), concentraron sus producciones de este cultivo en el litoral mediterráneo español, registrando su marca y garantizando así un amplio calendario de producción y suministro, de abril a octubre. Su crecimiento es sostenido pero constante. De hecho, esta campaña la superficie ha aumentado de 1.700 a 1.800 hectáreas con respecto a la 2015/2016, lo que arrojará una producción que rondará los 80 millones de kilos. "Obtendremos un volumen de facturación para nuestros asociados que ronda los 30 millones de euros, aproximadamente", explica Víctor González, responsable de Marketing de Sandía Fashion.

CASI comercializa la sandía 'Reina de CASI', en cuya campaña pone de manifiesto las condiciones de las aguas y los terrenos en la que se cultiva, y que aportan unas cualidades organolépticas que no se dan en todos los lugares. En su caso, el melón también tiene su marca, 'Miel de CASI', pero se produce en menor proporción (en total hay una previsión de 13 millones de kilos para esta campaña, la mayor parte de sandía).

Así lo hace Femago, que pone en el mercado su producción de Go Veg&Fruit, marca de sus dos cultivos de primavera y destinada a diferenciarlos por ser de una calidad extra, seleccionados a conciencia. Sin embargo, de los en torno a 15 millones de kilos que producen, más de diez son para la sandía.

Agroponiente comercializará 50 millones de kilos de sus marcas: Hortni, La Premium de Agroponiente Gold Quality y Poniente, además de Sandía Fashion. Y unos veinte de melón, que también ponen en el mercado con marca propia: Poniente y Bombón de Agroponiente, para intentar darle fuerza a un cultivo. Su compañera de grupo, Vegacañada, también inició recientemente la comercialización de sandía de temporada bajo las marcas Dulce de Vega y Fashion que, desde que comenzara su producción hace ya 15 años, ha cuidado mucho el posicionamiento en el mercado, por un cuidado en extremo de su estética y también por las características y el nivel de calidad del producto.

Sabor, frescura y calidad definen a la sandía de Grupo Caparrós, su Premium sin pepitas; que además la pasada campaña llevó el nombre de 'Costa de Almería' tras un convenio. 'La roja con más sabor', viaja por todo el país y el continente a paso firme, totalmente fidelizada entre los consumidores.

Por su parte, la gestión que se está haciendo del melón parece no reportar los mismos resultados. De hecho, su producción continúa en línea descendente y en algunos foros de habla de su ocaso. Pese a presentar una merma inferior a la esperada esta campaña, el melón parece tener el síndrome que ya padeció la judía en el campo almeriense y que la hizo prácticamente desaparecer, llevándose Marruecos su producción. De hecho, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, también gerente de Vicasol, José Manuel Fernández, apuntó qué de seguir así, "el melón se terminará perdiendo", en un balance que realizó el pasado mes de enero sobre el inicio de campaña.

En el duelo melón-sandía, el primero sale perdiendo por goleada, pese a que el segundo también registra una pequeña bajada en extensión de cultivo esta es solo de un 2%, alcanzando las 8.450 hectáreas por las 2.340 de melón.

La leve caída en ambos casos tiene su particularidad este año, y no es otra que la mejora de las cotizaciones en origen que han tenido buena parte de los cultivos convencionales y que ha dado lugar a que muchos agricultores aguanten sus cosechas e, incluso, volver a sembrar un nuevo ciclo. El pimiento, por ejemplo, ha tenido un buen comportamiento, sobre todo el italiano dulce. El tomate también se mantiene con unos precios benignos para el agricultor, al igual que el pepino.

Luego está el aspecto del marketing. Las campañas que lleva tras de sí la sandía son ejemplo en la sociedad actual de las tecnologías de la información, las mismas a las que recurren unos consumidores cada vez más formados y saben qué quieren comer.

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