"La actitud positiva es uno de los principales ingredientes para salir adelante", explica Antonio Bretones mientras abre las puertas de la granja de gallinas en la que echa una mano a sus hijos, Antonio y Jesús, artífices de un negocio que, en año y medio, ha sabido hacerse un hueco en el mercado a través de la producción de unos huevos ecológicos que están conquistando el mercado.

"Buscaba un medio de vida para mis hijos en una situación difícil como es la actual", comenta este prejubilado de Endesa, quien recuerda cuando barajaron muchas opciones y finalmente se decantaron por el sector primario por tener un nicho de mercado mayor en la provincia. Y acertó, el buen hacer y sacrificio de sus hijos, además de su preparación universitaria, ha dado lugar a un producto que destaca por su valor añadido.

La empresa, Huevos Bretones, está constituida a través de una cooperativa que conforman sus dos hijos y su esposa, Ángeles Becerra. Antonio hijo, de 27 años, es graduado en Administración y Dirección de Empresas. Por su parte, Jesús de 25, tiene una titulación en Formación Profesional dentro de la rama de Mecánica.

En definitiva, dos jóvenes preparados que han sabido adaptarse a las exigencias de un negocio como el que ahora llevan a gran velocidad y con una eficacia digna de admiración. Ellos, al igual que sus padres, con los que trabajan codo con codo, han tenido que ser autodidactas en el aprendizaje de la labor que hoy desempeñan, nada fácil por cierto. Y es tal su buen hacer, que profesionales del sector a nivel regional celebran su modelo de gestión y lo reconocen como un paradigma para el resto.

Hace unas semanas comenzaron la que ya es su segunda temporada al frente del negocio. El pasado mes de junio de 2015 llegó su primer lote de gallinas, un total 6.000 con 17 semanas, y con ellas la producción de huevos camperos Bretones a una media de 5.000 diarios, convirtiéndose así en una de las mayores explotaciones del sur español.

Estos huevos, que no dejan indiferente a nadie cuando los prueba, se caracterizan por su sabor, y se erigen como un producto destinado al mercado gourmet y demandado por los más exigentes.

Tal es así, que algunos de los restaurantes y negocios de hostelería más importantes de la provincia, tales como Casa Sevilla, Divina Pastora o Lamarca, entre otros, ya sirven de estos huevos producidos por gallinas de la raza 'Isa Brown'.