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La almendra autóctona de Nacimiento desaparece

  • La variedad Marcona, típica de esta zona desde hace más de tres décadas, está desapareciendo por su falta de adaptación al cambio climático La intensa sequía ha hecho que en las tardías la producción merme en más de un 40% La importación desde California ha bajado el precio hasta un 30% en un año

"Esto ya no es como antes. De hecho, parece que no tiene solución", lamenta Antonio Ferre, vecino de Abrucena, al comprobar la cantidad de almendra que ha caído al fardo tras varear el árbol. El panorama es desolador, sobre todo para la variedad Marcona, que es la autóctona de esta zona desde que hace más de tres décadas la generación predecesora decidiera implantarla como la mejor alternativa a una climatología que ya era cambiante. Pero lo sigue haciendo. De nuevo las temperaturas registradas el pasado invierno, excesivamente altas, dieron lugar a que en Navidad buena parte de los almendros de la comarca lucieran en flor. "El poco frío que luego hizo en febrero y marzo se lo llevó todo por delante y se perdieron todos esos árboles". Este fenómeno ha vuelto a cebarse especialmente con la almendra de la tierra, que solo ha cuajado de la rambla de Río Nacimiento hacia abajo y con una producción que apenas llega al 10%. Del Río hacia arriba: "Absolutamente nada, no hay", explica Ferre.

 

Este vecino, natural de Ohanes, cuenta en su municipio natal con 3 hectáreas de las que ya sabe que apenas sacará 200 kilos en total y eso que hace poco más de cinco años era 10 veces mayor. "Al clima hay que sumarle la sequía extrema que vivimos. Los almendros ya no se pueden cultivar en secano; necesitan de mucha agua para recuperarlos. Solo productores que no viven de esto, con amor propio y capacidad para invertir, están comprando cubas de agua para regar y que por lo menos les produzca algo". 

 

Muchos agricultores de la comarca que tienen sus fincas cultivadas con Marcona han decidido arrancar cuando acabe la recolecta. "No trae a cuenta y prefieren gastarse el dinero en quitar y trasplantar nuevas variedades aunque comiencen a producir dentro de 3 o 4 años. Muerto es como no hace nada".

 

Tan solo la variedad Guara, cuya floración es más tardía, ha salvado 'los muebles'. Y relativamente, pues tan solo está dando un rendimiento de poco más del 50% y la falta de agua ha hecho que su calibre sea menor del habitual, y eso que la mayoría le ha aplicado algún riego adicional  durante el crecimiento.

 

Después de que el año pasado, que también estuvo marcado por el descenso productivo, los agricultores por lo menos disfrutaran de un precio aceptable para la venta y que era de 2,70 el kilo con cáscara, en esta ocasión, y lejos de lo que se podía esperar, se está cotizando mucho más baja, apenas a euro y medio en el mejor de los casos. "Las empresas procesadoras de almendra se han buscado la vida viendo la escasez que aquí tenemos y están trayendo fruto de Estados Unidos a muy buen precio y de gran calidad", comenta este productor sobre un fenómeno totalmente novedoso y que está haciendo mucho daño a los pocos productores que quedan en la zona.

 

Desde Asaja-Almería se calcula que sólo en Almería la reducción de la cosecha puede rondar el 40%, a pesar de que las estimaciones iniciales eran mucho más pesimistas, pues las heladas llegaron cuando ya había tenido lugar una floración anticipada por las altas temperaturas, las de floración tardía están dando la producción esperada y que en el mejor de los casos, en el caso de Nacimiento, está siendo del 60%.

 

La prolongación de la situación de sequía y la falta de precipitaciones se está extendiendo por prácticamente todas las zonas productoras reduciendo también la cosecha nacional de este producto. Sin embargo, esta menor producción debería verse reflejada en las cotizaciones pero el precio de la almendra está siendo inferior al del año pasado en aproximadamente un 25%, según fuentes de Asaja. El motivo son las importaciones procedentes de California, donde han superado la sequía que han padecido en los últimos años.  España es uno de los principales clientes de Estados Unidos en almendra y ahora se está viviendo un repunte, de hecho se estima que será del 30%, con la repercusión que eso tiene en el precio del fruto local.

 

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