El cooperativismo agroalimentario goza de muy buena salud. Así lo revela el informe 'Diagnóstico económico y financiero de las cooperativas agroalimentarias en España (2011/2013)', que acaba de publicar la Cátedra Cajamar de Cooperativismo Agroalimentario de la Universidad Politécnica de Cartagena, gracias al trabajo de Narciso Arcas, director de la Cátedra, Domingo García, María del Carmen Martínez y María Luz Maté, y que radiografía el comportamiento y la evolución de este tipo de entidades en este periodo.

Como conclusión principal, el estudio revela "el buen comportamiento y la evolución favorable, en general, de todos los indicadores económicos (crecimiento y rentabilidad) y financieros (liquidez, el equilibrio financiero y el nivel de endeudamiento) analizados en el periodo 2011-2013", recoge.

Tras analizar una muestra de 981 cooperativas y sociedades agrarias de transformación de todo el país, el análisis proporciona a los responsables y gerentes de las empresas asociativas pautas estandarizadas para conocer sus fortalezas y debilidades, y así poder corregir sus posibles desequilibrios internos.

Entre las conclusiones, recoge que la mayor rentabilidad financiera la presentan las cooperativas grandes, las de menor edad, las de primer grado y las de los sectores cárnico, actividades de apoyo, frutas y hortalizas y mixto. El mayor incremento de la rentabilidad financiera en el periodo 2011-2013 se produce en las micro y medianas, en las de edad intermedia (entre 16 y 30 años) y en las de primer grado.

Las cooperativas agroalimentarias españolas han experimentado un aumento de la facturación del 18,8% en el periodo analizado, se ha producido en un periodo de crisis que contrajo la economía española, lo que pone de manifiesto el fuerte dinamismo del sector cooperativo, mostrándose como un importante motor del crecimiento de la economía española. Las ventas de las cooperativas y sus activos se han incrementado de forma constante desde 2011 al 2013. Además, este crecimiento económico viene acompañado por un incremento del valor añadido generado y un mantenimiento del empleo, mostrando ganancias de competitividad.

Las cooperativas presentan una excelente posición de liquidez, tanto a corto como a largo plazo, y con una evolución favorable, lo que reduce el riesgo de sufrir tensiones financieras. No obstante, sería recomendable seguir aplicando políticas de gestión del circulante y de planificación de su tesorería de cara a reforzar una mayor credibilidad financiera de estas empresas ante los agentes externos frente a los que actúa.