AGR Almeria

La judía almeriense toca fondo

  • Cae la superficie de este producto en más de un 50%, de 1030 a 510 hectáreas en una campaña. Los altos costes de producción, los precios fijos y las exportaciones de Marruecos propician su desaparición

Allá por 2013, y como si de un hijo pródigo se tratara, Diario de Almería se hacía eco del regreso de la judía verde, que por aquel entonces regresaba con aparente ímpetu a los invernaderos de la provincia de Almería. La judía verde incrementaba su producción un 14% en la campaña 2012-2013, al registrar un volumen de 24.469 toneladas, en comparación con la anterior, un auge que se sumaba al contabilizado ya el ejercicio anterior, cuando la cifra de kilos aumentó un 77%. Ahí llegó su 'Stop'.

Esta campaña se ha tocado techo . Según los datos que dispone la Delegación Territorial de Agricultura en Almería, la superficie para este cultivo durante esta campaña es de 510 hectáreas, o lo que es lo mismo, la judía a sufrido una disminución de más de un 50% con respecto a la campaña anterior en la que se realizaron 1.030 hectáreas. ¿Condenada a desaparecer? Se puede decir que ya lo había hecho y solo existen algunos repuntes testimoniales por programaciones de los productores bajo demanda a la hora de definir su campaña.

Francisco Vargas"Se sigue vendiendo mucha judía de Marruecos en las subastas almerienses"

La producción obtenida en la anterior campaña fue de 21.000 toneladas y su precio medio fue de 1,90 euros/kg, lo que arrojó un valor de comercialización de aproximadamente 47 millones de euros.

"La judía ya se ha convertido em un cultivo que se considera residual, pues solo abarca apenas el 2% de la superficie hortícola de la provincia. Actualmente en la zona de Níjar, al disponer de agua desalada, se están observando plantaciones de judías asociadas a otros cultivos como el calabacín, aunque todo asociado a explotaciones familiares pequeñas y con estructuras antiguas", aseguran fuentes de la Delegación de Agricultura.

El motivo al que apuntan desde la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía para la merma de uno de los cultivos con más solera en la provincia es precisamente por la gran mano de obra que requiere. "El elevado coste de su manejo hace inviable económicamente en muchas ocasiones este cultivo, de ahí que se quede reducido a explotaciones estrictamente familiares y con estructuras antiguas". Así, se trata de un producto que no requiere una gran especialización, aunque el coste de la mano de obra sí es elevado, en torno a 80 céntimos de euro por kilo.

Este es el principal motivo por el que este la judía ha tomado fuerza en países terceros, especialmente Marruecos donde el coste de la mano de obra es más barata y que ha dado lugar a que el país africano se haya convertido en 'la Meca' de este cultivo.

En definitiva, se trata de un cultivo cada vez menos rentable para los agricultores almerienses, por los costes de producción y por los precios que reporta, que aunque siguen siendo más elevado que otros cultivos hortícolas, no compensan los costes.

Uno de los grandes conocedores del campo almeriense, y por supuesto, de las vicisitudes que han rodeado a la judía en los últimos años en la provincia, era Francisco Vargas, presidente de Asaja, fallecido el pasado 12 de mayo a los 52 años. Una de las principales voces del campo que ha dejado al agro almeriense de luto. Un luchador incansable en la defensa de los intereses de los trabajadores del sector más importante, el que es el principal motor económico de la provincia.

En una de sus últimas apariciones públicas abordó precisamente la situación de la judía para este medio. Según Vargas, este cultivo que se concentraba principalmente en la Alpujarra baja ha visto cómo se quería fijar su precio. Hay una empresa que compra prácticamente el 100% en subasta y quería establecerlo. Algo a lo que los agricultores de Almería se opusieron. Entonces se fueron a la Costa Granadina y esas 600 hectáreas se trasladaron allí. Aparte de eso, se sigue vendiendo mucha judía de Marruecos en las subastas almerienses", apuntaba el presidente de Asaja.

Aún hoy se sigue vendiendo mucha judía para el mercado local en las subastas almerienses. "Yo no sé si la mandan los agricultores, a mi lo que me dicen es que son ellos los que la mandan. Pero yo entiendo que alguien ha tenido que llamar por teléfono para decir "mándame". Además, en las subastas no se especifica el origen de dicha judía y esas mismas salen luego como almerienses. Lo que está claro es que falta judía nacional", explicaba Vargas.

A día de hoy, "el 80-90% de la judía nacional la mueve una sola empresa, que es la que gestiona tanto la española como la marroquí. Hay supermercados que le exigen a las empresas tener judía española, por tanto es importante que existan y se retomen esas plantaciones", afirmaba el presidente, apostando por la recuperación de este cultivo. Pero el caso es que "solo hay una pequeña superficie para justificar esa presencia de producto español mientras los que sucede realmente es que la mayor parte procede del norte de África".

Actualmente, Marruecos produce 10 millones de toneladas de verdura al año, solo dos millones menos que en España y especialmente en los últimos años se ha convertido en un duro competidor del agro almeriense, referente europeo, ya que sus bajos costes de producción y la implantación de la tecnología, que también está llegando, ha hecho que su superficie de producción haya crecido considerablemente en los últimos tiempos.

En este país norteafricano se exportan judías verdes a España, la mayor parte de ellas procedentes de Agadir, cuya extensión de invernaderos continúa creciendo y donde este cultivo está vigente prácticamente todo el año.

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