AGR Almeria

El microinjerto de tomate mejora la productividad del cultivo

  • José Francisco Torres, delegado comercial de El Plantel Semilleros en la zona del Levante e Indalecio Rueda, ingeniero técnico agrícola en Níjar dan detalles

n Indalecio Rueda y José Francisco Torres de El Plantel Semilleros

n Indalecio Rueda y José Francisco Torres de El Plantel Semilleros / Diario de Almería

El Plantel Semilleros cuenta con años de experiencia en la realización de injertos. Con el tiempo la técnica ha ido mejorando además de las condiciones para conseguir mayor número de prendimientos. José Francisco Torres, delegado comercial de la zona del Levante e Indalecio Rueda, ingeniero técnico agrícola en la delegación de Níjar desvelan más detalles del injerto, concretamente del que realizan con la planta de tomate.

Una planta convencional presenta una serie de características intrínsecas que no son variables por sí sola. En el caso del injerto, al fusionar esa planta convencional con un patrón, le incorporan unas cualidades que repercuten directamente sobre ella. Un detalle curioso de la planta injertada puede ser el fuerte olor característico que tienen los portainjertos. Se pueden percibir desde bastantes metros.

Los principales beneficios de una planta injertada son resistencia a virus, enfermedades fúngicas y nematodos

La vida de una planta injertada o sin injertar varía de manera sustancial. Uno de los principales objetivos que se pretende con el injerto es alargar el ciclo del cultivo. Los portainjertos tienen una gran capacidad de renovar raíces durante todo el proceso de cultivo y transferirle a la variedad un empuje extra. Dejando a un lado la presencia de patógenos o condiciones adversas para el cultivo, una planta injertada puede tener una vida de unos 10 meses, mientras que una convencional tiene de promedio 6 meses.

Los principales beneficios que se obtienen de una planta injertada son resistencia a virus, enfermedades fúngicas y nematodos. A ello hay que sumar un mayor poder radicular para resistir condiciones climáticas adversas, suelos malos o aguas de alta salinidad y, por último, permite prolongar el ciclo de cultivo y elevar la producción.Respecto al porcentaje de agricultores que apuestan por el injerto y vuelven a convencional, según los expertos del Plantel depende, así describen que por ejemplo, en la zona de La Cañada los agricultores prácticamente continúan con injertos, sin embargo, en la zona de Níjar alrededor del 25 por ciento de los agricultores han vuelto a convencional.

Sobre la necesidad de contar con instalaciones o equipamientos específicos para poder contar con una planta injertada en lugar de una convencional, Torres y Rueda señalan que en semillero sí, para reducir el estrés causado a la planta y favorecer el prendimiento de ésta, ya que, en el proceso de injertado, tanto las variedades como los portainjertos son cortados produciéndoles una herida y seguidamente tienen que ser pegados. Sin embargo, para el agricultor no es necesario que cuente con instalaciones específicas para cultivar planta injertada. Lógicamente, tener buenas instalaciones y equipamientos influirá sobre el cultivo, pero gracias al injerto las plantas podrán soportar condiciones adversas.

En cuanto al rendimiento exponen que una de las ventajas del injerto es mejorar la productividad de variedades que por sí solas tienen calidad, pero poco rendimiento. Además, como podemos aumentar el ciclo de cultivo, la planta producirá durante más tiempo.

Apostar por planta injertada supone, de acuerdo a las palabras de José Francisco Torres e Indalecio Rueda, un ahorro a final de campaña. Con el injerto la planta es menos propensa a enfermedades y se obtiene un mayor rendimiento. En el Plantel Semilleros siempre utilizamos substratos de alta calidad e infraestructuras innovadoras para ofrecer a nuestros agricultores una planta de primera. También destacamos por el servicio posventa, tanto técnico como comercial, dado que siempre estamos al lado del agricultor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios