Crónicas desde la Ciudad

Almería doliente (I). La Peste (1280-1310)

  • La Peste Negra galopó con su reguero de muerte por Europa. De junio de 1348 a febrero de 1349 se adueñó de los míseros arrabales almerienses, diezmando a una población ausente de defensas.

Danza macabra

Danza macabra / D.A. (Almería)

Conviene a partir de la definición precisa sobre el estado sanitario y la enfermedad infecciosa que nos ocupa y preocupa (¡una prenda de bichito!), pero que más pronto que tarde será solo una pesadilla, para la que solo cabe una receta: paciencia y disciplina.

Valgan las pertinentes definiciones de quienes tienen potestad para hacerlo: el DRAE:

-Pandemia: (Del griego pandemía, y esta a su vez del latín medievalista). Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región” lo jodido del proceso es su rapidez de contagio y letalidad. Fue añadida en posteriores ediciones al vocablo epidemia

-Peste bubónica o levantina: “Enfermedad infecciosa y epidémica, febril, produce con frecuencia la muerte”

El séptimo sello (película sueca de Igmar Bergman, en 1957) es, a mi juicio, el título más horripilante referido en tiempos pasados a los sufrimientos padecidos por la Humanidad. El dígito de su entreno no altera el horrible discurso, Film al que la Iglesia (nutrida de sabios, muchos e ilustrados, alertaban a la superchería, alejándola de la Ciencia e invocaban al sumo Hacedor y depositario divino del desenlace de los desastres naturales y pandemias. Igual que al rico terrateniente, el alto dignatario eclesiástico siempre podía recurrir al aislamiento en lujosas fijas, rodeados de sirvientes, sanos alimentos y copiosas libaciones. Si esto ocurría en Florencia (véase “El Decamerón”, de Giovanni Bocaccio, 14351-1353) y comprobamos en la Danza macabra, de Totentanz; regresemos a España, a Almería.

La fama literaria del almeriense Ahmad b. Alí b. Muhammad Alí b. Játima al-Ansäri se extendió por el al-Andalus medieval pareja a sus conocimientos filosóficos y de Medicina. Vivió en el siglo XIV y su nombre merecería figurar en el pensil poético de al-Mariyya (¡país de incultos!), de cuya memoria ha desaparecido. No existe certeza en las fechas que se barajan, pero debió nacer con el siglo y fallecer sexagenario. Destacó en distintas ramas del saber (gramática, geografía, retórica, teología) y no tuvo ambiciones políticas ni aspiró al poder local. Su generosidad volcada hacia la gente del pueblo le llevó a organizar reuniones y tertulias (maylis y madrasas, escuelas) que ampliaban su nivel educativo.

Ibn Játima, sabio, generoso y pacífico, abordó la Peste bubónica en un libro referente

Ibn Játima cosechó las máximas muestras de respeto de sus contemporáneos. Así manifestaba su amigo granadino Ibn al-Jatib, prestigioso polígrafo y visir de Muhammad V, la admiración que despertaba en la Corte nazarita, y no debía exagerar:

*Es de Almería, lleva por kunya (estirpe) Abú Ya`far y es conocido por Ibn Játima. Es un sabio al que todos piden consejo; conocedor de todas las cosas del saber, polifacético en su ciencia, de inteligencia aguda, justo en sus opiniones y penetrante en sus juicios, Frecuenta las reuniones de los intelectuales y se distingue por su buena escritura, su buen carácter y su facilidad para improvisar versos. Es la belleza de las bellezas de al-Andalus. Escribió en prosa y verso y escogió el más alto grado en la vida religiosa, dirigiéndose al camino del bien. Fue kätib (secretario o escribiente) distinguido, formalizaba contratos y fue muqri´ (lector del Corán) de la mezquita mayor de Almería.

Aben Ibn Jatima Aben Ibn Jatima

Aben Ibn Jatima / Antonio Moreno (Almería)

TRATADO DE LA PESTE

La muerte negra se adueñó Europa como si de una maldición bíblica se tratara. No poseemos cifras concretas pero su población descendió al menos un tercio del censo, contabilizándose por millones las víctimas causadas por la peste bubónica (bubones o inflamación dolorosa y hemorrágica de glándulas linfáticas). La película El séptimo sello, de Ingmar Bergman, las pinturas de Brueghel el Viejo o el libro de relatos El Decamerón, de Bocaccio, se inspiran en ella. El bacilo yersinia pestis provenía de Mongolia, siendo ratas, roedores y pulgas las propagadoras. En Alemania -donde junto a Francia, Inglaterra e Italia sufrió con mayor dureza el contagio- se acusó a la comunidad judía de haber envenado el agua, lo que obligó al papa Clemente VI a intervenir para evitar un linchamiento masivo.

Numerosas obras de arte –especialmente pinturas- se inspiraron en la terrible tragedia infecciosa

De su presencia en España y métodos para mitigar la virulencia, Ibn Játima publicó “Descripción de la peste y medios para evitarla en lo sucesivo”. El patógeno “entró” por Barcelona, Almería y otros puertos del Levante, transportados en las bodegas de navíos genoveses. Aquí se desarrolló de junio de 1348 a febrero de 1349 y tuvo su álgida incidencia en las zonas más pobres y deprimidas (siempre lo han sido) donde higiene y alimentación eran deficitarias. Entre otras diez razones influyentes, Ibn Játima señalaba a la topografía costera y “los vientos del sur que soplan libremente”.

Considera que el contagio se produce a través de “organismos minúsculos que pasan de un cuerpo a otro” (no cita ratas ni pulgas) y tiene en cuenta las anteriores enseñanzas médicas de Avicena y Maimónides, recomendando la ingesta de plantas medicinales y la socorrida práctica de sangrías (después de darle a beber al enfermo una pócima de vinagre mezclada con jarabe de rosas): Se da salida a la sangre en el sitio (punción) donde el paciente sienta más agudo el dolor. Aconsejaba además medidas de tipo ético y moral: Es conveniente crear un clima de alegría, serenidad, recreo, esperanza… Buscar sociedad amable y agradable, leer libros entretenidos de Historia… No hablar mal de terceras personas. Evitar el ánimo triste, las excitaciones, la ira, la cólera… El miedo, el espanto… ¡Y esperar a que Alá fuese Misericordioso!, añadimos nosotros. NOTA.- Se calcula que en Europa acabó con la vida de entre 25 y 30 millones y en España la población disminuyó de seis a dos y medio

DÏWÄN, ANTOLOGÍA POÉTICA

De su obra escrita –parte de ella desaparecida o fuera de España- destaca el antedicho tratado sobre la Peste y Dïwän, poemario en cinco capítulos: panegíricos y alabanzas; poesía amorosa; agudezas y donaires; recomendaciones y máximas y moaxajas. Nos cuenta Soledad Gibert -traductora del manuscrito original en lengua magrebí conservado en la Biblioteca Real de El Escorial- que estas últimas son las de mayor calidad poética y cercanas a lo popular. Moaxajas y jarchas (versos cerrando cada estrofa) que por cadencia y ritmo se encuentra en la raíz de la música andalusí y por tanto en el origen de determinados melismas flamencos.

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