Instituciones penitenciarias

'Tu Abandono Me Puede Matar' lamenta el traslado a un módulo normal del "pirómano" de El Acebuche

  • El sindicato pone en "valor la profesionalidad de la plantilla, que sigue arrastrando una insufrible escasez de personal, una elevada edad media (muy por encima de los 50 años), y la prácticamente inexistente formación"

Centro Penitenciario El Acebuche de Almería.

Centro Penitenciario El Acebuche de Almería. / Rafa González

El sindicato de trabajadoras y trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), con representación en el Centro Penitenciario El Acebuche (Almería) ha subrayado hoy la "sorpresa" que han recibido los funcionarios de prisiones de la cárcel almeriense al conocer que el "pirómano" que prendió fuego a una celda "ha sido trasladado a un módulo de régimen de vida normal, a juicio de este sindicato algo que no tiene razón de ser, pues no es el lugar más apropiado donde debería estar mientras se espera su traslado inmediato".

"Desde el sindicato TAMPM volvemos poner el valor la profesionalidad de la platilla, que sigue arrastrando una insufrible escasez de personal, una elevada edad media (muy por encima de los 50 años), y la prácticamente inexistente formación, así como exigimos la consideración de agentes de la autoridad y unajusta equiparación salarial", han dicho.

Han recordado que la pasada noche del día 8 de marzo de 2022, sobre las 21.30 horas, un interno del módulo de aislamiento originó un incendio en su celda al prender fuego a su colchón. "Este interno es bien conocido en el centro al haber sido protagonista en el pasado reciente de diversos incidentes, y contar en su haber con varios expedientes disciplinarios, uno de los cuales por su gravedad conllevó el traslado a otro centro penitenciario", inciden.

Han destacado que la rápida actuación de todos los trabajadores logró poner a salvo a este interno, a pesar de las dificultades, como la gran cantidad de humo que se generó, o la necesidad del empleo de una "pata de cabra" para poder abrir la puerta, dado que por el calor y la dilatación de la misma no se podía abrir en un primer momento. "Una vez abierta tuvieron que vencer la resistencia y agresividad del interno, salvándose la situación y poniendo a salvo tanto al interno incendiario como a otros que podían verse afectados por el humo", concluyen.

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