Es el profesor más longevo del Festival. Desde que nació esta cita en Vélez Blanco, Miguel Bernal Ripoll adoctrina a los músicos en el arte del órgano y la clave de la época en un taller que está muy personalizado en cada alumno y que siempre intenta sacar lo mejor de cada uno.

Este año cuenta con dos alumnos.que asegura "tienen bastante nivel de piano. La clave se puede aprender desde cero. Este curso está concebido para aproximar este tipo de instrumento, propio del barroco. Lo hemos planteado de una forma muy transversal. Además contamos con réplicas de la época del siglo XVII que están muy aceptadas".

Bernall apunta que no es lo mismo el piano que la clave porque "la manera de producir el sonido es totalmente diferente. La técnica se diferencia. En la clave, hay que emplear menos la fuerza de los brazos y las muñecas. La pulsación está centrada en el dedo, en su precisión, marcando el tempo".

El profesor se siente feliz de no faltar a ninguna edición del Festival: "Vengo desde la primera edición y estoy muy contento. Es otro tipo de trabajo, es especializado en poco tiempo. Yo soy muy minucioso y riguroso. Prefiero avanzar un milímetro pero con rigor para que así los alumnos puedan descubrir el camino. Es importante que se aprenda desde la raíz de la cuestión".

Además de acercar este instrumento a los músicos, el docente ve positivo "compaginar el estudio de la música y con recibir información muy valiosos de los aspectos culturales de la época. Con las conferencias uno se puede ilustrar en historia, arte y pensamiento que son esenciales para comprender la música. Nosotros no tocamos notas, tocamos ideas. La historia de la música es el sonido vivo. Si no la ponemos en marcha, no existe".