Coger el coche para viajar desde Aguadulce a Almería se ha convertido en poco menos que una pesadilla desde el cierre de la carretera de El Cañarete a finales de diciembre. A diario se repiten largas colas de vehículos en interminables retenciones en una Autovía A-7 que no da más de sí para acceder a la ciudad. Por ello, este domingo los vecinos de Aguadulce -los más perjudicados por esta situación- han salido a la calle para reclamar soluciones. Según la organización de la manifestación, 'Aguadulce en Marcha', cerca de 1.000 personas participaron en la marcha.

Manifestantes por las calles de Aguadulce.

Denuncian que no se hayan tomado medidas hasta más de un mes y medio después del cierre de la carretera, como las anunciadas para esta semana por Subdelegación del Gobierno y Ayuntamiento de Roquetas de Mar: y como medida para aumentar la fluidez y seguridad del tráfico en la autovía A-7, en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 429 y 438 sentido Almería, se va a limitar temporalmente la circulación a los vehículos pesados, de lunes a viernes, entre las 07:30 horas y las 08:30 horas; y la puesta en marcha de autobuses lanzadera gratuitos desde Aguadulce hasta Almería.

Acompañados por una pancarta con el lema "Aguadulce también existe. ¡Soluciones ya!" la comitiva partió desde la rambla de san Antonio en dirección hacia El Cañarete. Durante el trayecto se fueron sumando más vecinos hasta rozar el millar, pues como explica Javier García, de la plataforma organizadora, "existe mucha indignación".

Unos mil manifestantes salieron a la calle.

"Exigimos transparencia a las administraciones y queremos dejar claro que la culpa está repartida entre la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento, pues en Aguadulce se ha dado un modelo urbanístico basado en la construcción desmesurada, con afán recaudatorio, pero sin dotarlo de servicios", señala García.

Manifestantes en El Cañarete para pedir soluciones de movilidad.

Queda por ver si las medidas tomadas ofrecen resultados o si este lunes vuelven a repetirse las kilométricas colas y el enfado de los conductores que deben de armarse de paciencia para recorrer los apenas 15 kilómetros de distancia que separan Aguadulce de Almería.