Almería

Alcaldes veinteañeros

  • Los regidores más jóvenes suplen su inexperiencia con grandes dosis de ilusión y cercanía. El nuevo tiempo que promueven conlleva más participación.

Veinteañeros y treintañeros al rescate de los partidos clásicos y su vieja política. Los jóvenes con vocación de servicio de público llevan toda la vida entrando a cuentagotas en los despachos de las administraciones públicas de la provincia, pero ahora que más aprieta la crisis sistémica de las instituciones y el bipartidismo es cuando la operación renove con la que rejuvenecer las listas se ha convertido casi en obligación. No hay otra salida porque la pulsión de cambio generacional derivada de legislaturas de corrupción y desafección política es hoy más fuerte que nunca. Reinventarse y renovarse o morir en las urnas. El nuevo tiempo y la nueva política es creíble cuando lo ofertan los que empiezan de cero y carece de sentido cuando lo promueven los que llevan toda una vida con la vara de mando en el sillón de la alcaldía. Si bien cada vez resulta más evidente y palpable esa savia nueva escalando posiciones en las candidaturas, sobre todo en las de las municipales, todavía son pocos los alcaldes que tienen menos de tres décadas. Sólo tres en la provincia, los de Laujar de Andarax, Tabernas y Olula de Castro. 26, 27 y 28 años, menos de los que otros regidores llevan al frente de los consistorios de Gádor, Armuña del Almanzora, Castro de Filabres o Bacares. Los alcaldes eternos contrastan con los jóvenes recién licenciados que se ven obligados a madurar a pasos agigantados en la gestión de lo público. Pero la política no tiene edad, al menos para hacer bien las cosas, y la capacidad de gobierno no está reñida con los años del candidato. Curtidos en la ilusión de la militancia juvenil y en el activismo e inquietudes sociales, los veinteañeros están pidiendo paso para encabezar una administración más cercana y son la mejor alternativa para los grandes partidos a la hora de acercarse a un electorado que busca otra gestión en partidos de nuevo cuño. Los jóvenes suelen huir de los posicionamientos más radicales y son los más decididos defensores de fórmulas con las que impulsar la participación de la ciudadanía. Lideran el desafío del voto joven y tienen proyectos e ideas para dar y regalar. Otra cuestión es que las limitaciones, sobre todo presupuestarias, de las maltrechas arcas municipales les permitan implementarlas. De ahí que se apoyen en los técnicos y otros concejales de recorrido con los que equilibrar gobiernos. De ahí que en las candidaturas se combinen la veteranía, a veces de pensionistas y jubilados, con la renovación de universitarios que aún no han pensado en su futuro laboral. Almudena Morales, José Díaz y Christian Quero son tres ejemplos de sabia nueva para los ayuntamientos almerienses. Y han asumido el reto con ilusión y, sobre todo, cercanía. Es lo que necesitan hoy los vecinos de sus pueblos para seguir creyendo en la política. Son tres alcaldes por debajo de los treinta, pero hay decenas de concejales, de hecho ocurre que en Laujar Almudena, Agustín y Sonia -los tres primeros de la lista de AVL- tienen 26 años. En el Parlamento de Andalucía se han colado dos veinteañeras, una de Almería, Noemí Cruz, junto a la onubense María Márquez. En su día el recientemente fallecido Juan Antonio Segura Vizcaíno fue el segundo alcalde más joven del país. Entonces sí era difícil llegar. Ahora no lo es tanto, lo complicado hoy es mantenerse.

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