El Ayuntamiento de Huércal-Overa continúa desarrollando su política de ahorro energético y trabajando para que el municipio sea más sostenible. Por esta razón, en los últimos días el Consistorio ha llevado a cabo la sustitución de los cabezales de las farolas por unos de LED en la Avenida Guillermo Reyna desde la Calle Murcia hasta la Plaza de la Paz. Esta primera fase se completará , a lo largo de las próximas semanas con la sustitución de los cabezales en las luminarias que van desde la mencionada calle hasta la rotonda del campo de fútbol, quedando de este modo toda esta avenida con iluminación de LED. Concretamente, las lámparas que se han sustituido son las de 150 W de vapor de sodio por unas de 100W.

Pero esta no es la única actuación llevada a cabo en las últimas semanas desde el Ayuntamiento con el objetivo de mejorar la iluminación a la vez que se ahorra energéticamente. También se han llevado a cabo medidas en la Plaza Mayor, en los soportales en donde se han sustituido 48 lámparas por unas de led. En la plaza han sido 16 las lámparas de LED instaladas.

En la Calle Palma, Alhondiga, Calle Noria y Calle Mirador, también se han instalado estas nuevas lámparas. Actuaciones todas ellas encaminadas "a mejorar la iluminación, que en la mayoría de los casos era deficiente y así nos lo han solicitado los vecinos, a la vez que mejoramos estas zonas comerciales, bajando el consumo que teníamos anteriormente ya que se han instalado focos de led", matizó el concejal de Medio Ambiente, Emilio Pérez.

El ahorro energético que se produce con estas actuaciones es del 56,47%. Continuando así con la línea marcada desde el equipo de Gobierno Popular que en los últimos meses ha llevado a cabo la instalación de más de 300 nuevos cabezales de Led en La Atalaya, Noria del Pino, Nacional 340 y Calle Mayor. A lo que hay que sumar el plan de ahorro energético para el polígono industrial.

Y es que la tecnología LED se ha impuesto con fuerza tanto en el ámbito público como en el privado. Las ventajas son muchas: se trata de una luz más segura que la tradicional, porque es menos contaminante; dura mucho más con un mantenimiento mínimo; no genera calor, así que no quema; consumen hasta un 85% menos que las bombillas tradicionales, por lo que el ahorro energético es importante; y resiste temperaturas más extremas que las bombillas incandescentes, además de humedad y vibraciones.