El Centro de Interpretación de la Pesca de Adra se ha convertido en un referente turístico y este año ha contado con más de 4.000 personas que han decidido visitarlo.

El recorrido comienza por la planta baja, en la sala de proyección audiovisual, donde el visitante podrá visionar una película en 3D a través de la cual conocerá la historia de Adra desde su fundación hasta la actualidad.

La visita continúa en la primera planta, en la 'Sala del Mar', comenzando éste con la señal de la sirena de un barco, al igual que si fuéramos a zarpar del puerto de Adra. Una vez explicada la funcionalidad de algunos de los objetos que se encuentran en el primer rellano de la sala (remos, timón, escotilla, hélice,…), así como la historia del naufragio del barco "Marchena" (reproducido en una maqueta), comenzamos a exponer todo el proceso que se vive en torno a la pesca en Adra. Con la ayuda de paneles virtuales y una pantalla digital, mostramos al visitante diferentes embarcaciones que se han usado a lo largo de la historia, desde los barcos de remo o vela que introdujeron los navegantes fenicios hasta la traíña actual, así como los caladeros del mar de Alborán o las distintas artes de pesca (arrastre, cerco, trasmallo, palangre,…). Además, mediante objetos reales tales como botas, guantes, redes, nasas, potes, palangres, un radar o un sextante, el visitante tendrá la oportunidad de conocer de cerca los instrumentos que utiliza un pescador para llevar a cabo su faena diaria.

La segunda planta, la 'Sala de Adra', está dedicada a la temática de la lonja y las conserveras, así como a la gastronomía y las tradiciones.

A través de vídeos expuestos en la sala, José Nadal, encargado de la lonja de Adra, comenta cómo se lleva a cabo la subasta del pescado que llega al puerto. Además, algunos habitantes del pueblo recrean el proceso de la pesca y explican que, antiguamente, el patrón golpeaba en el barco para avisar de su llegada a los compradores que esperaban en la playa y subastaba la mercancía en la propia embarcación.

En esta sala se dedica también un espacio a la historia de las factorías de salazones de la antigua Abdera; la tradición conservera ha estado muy presente en Adra por lo excelente de su materia prima. Llegó al cenit de su esplendor con la conservera de vegetales Santa Isabel, fundada en 1926, que se convirtió también en conservera de pescado durante la Guerra Civil y cuya producción sólo se vio interrumpida durante dos meses por la inundación de 1973, estando en funcionamiento hasta su cierre en 1996. El visitante tendrá la oportunidad de ver la maquinaria original empleada en la fábrica conservera, así como algunos elementos de envasado (latas de conserva, cajas de arencado de sardinas, ánforas para el tranporte del gárum, etc), y podrá incluso aprender a cocinar platos típicos abderitanos como el "atascaburras" o los "fideos aparte" a través de un panel virtual.

Además, a través de proyecciones, se muestran cultos religiosos del pueblo como la procesión en honor a la Virgen del Mar, patrona de los marineros de Adra, en la que treinta mujeres portan a la Virgen desde la Ermita de San Sebastián hasta el puerto para encontrarse con la imagen de San Nicolás de Tolentino, patrón de Adra, embarcándose a continuación en el tradicional paseo por el mar. Comentamos que la Virgen del Mar tiene su origen en la Virgen del Pópulo, una imagen que protegía la ciudad y que estaba situada en el acceso principal de la muralla.

Por supuesto, se hace mención también de la Virgen del Carmen, protectora de las gentes del mar, y cuya festividad se celebra el 16 de julio con la procesión que lleva la imagen desde la Iglesia Inmaculada Concepción hasta el puerto, haciendo una parada en la Fuente del Mar para realizar una ofrenda por los marineros y barcos desaparecidos en el mar. Ya en el puerto, la Virgen es embarcada para procesionar por el puerto acompañada por numerosos barcos engalanados para honrarla.

Por último, y como homenaje a los carpinteros de ribera o calafates, en la azotea del edificio los visitantes podrán observar la estructura de una embarcación de madera, así como contemplar el puerto abderitano, deportivo y pesquero, la amplia explanada ganada al mar como consecuencia de la construcción del dique.