Almería

Conjuros en Berja (I)

  • Riesgos biológicos históricos. Plagas y epidemias tienen una característica diferencial importante en relación con los riesgos de carácter físico como los meteorológicos o geológicos

LA naturaleza acumula los medios suficientes para mantener la vida y la convivencia, sin embargo, puede desencadenar un amplio espectro de dificultades, tanto de origen geofísico como biológico.

Plagas y epidemias tienen una característica diferencial importante en relación con los riesgos de carácter físico como los meteorológicos o geológicos: la peligrosidad no es una variable independiente de la exposición. En el caso de una plaga la población de la especie atacante, y por tanto la peligrosidad aumenta a medida que ésta va devorando más cosechas, para caer después aceleradamente cuando el alimento empieza a agotarse (F. J. Ayala Carcedo y Mª J. Sanz Benito, 2002).

En otro artículo referimos la movilización de los vecinos de Berja (1623) y de Vera, Mojácar y Turre (1779) para combatir ciertas plagas de aves silvestres causantes de considerables daños en los cultivos. Este hecho lleva a considerar la existencia de individuos que se sienten responsables en la lucha contra los elementos.

Sin salir del territorio virgitano y teniendo en cuenta al agricultor, con más frecuencia de lo deseado, indefenso y aterrado ante las plagas, encontramos un segundo grupo de personas convencidas de la existencia de fuerzas situadas por encima de ellas, como desencadenantes del riesgo, apareciendo el interesante concepto de pecado-destrucción de la naturaleza, y vuelven sus ojos a la divinidad, sin que esto signifique incompatibilidad entre ambas actitudes, pudiéndose dar simultáneamente en las plagas de langosta combatidas por su eliminación física y conjuros/rogativas.

1609, marzo, 6. Berja

Se trató, pedir al prior del convento de San Agustín de Guadix, "enbiase a esta villa a el padre Fray Antonio Palomino, fraile del dicho conbento, persona que se tenía noticia de que hazía grandes obras en conjuros de langostas y otras abes y animales dañosos a los frutos de los lugares, por aver en esta villa vna plaga muy grande, que tiene destruida esta villa, de grajas, en tan grande cantidad que se comen el azetunero, panes (cereales, especialmente trigo) que se sienbran y los frutos".

El fraile vino a Berja y conjuró a las grajas, prosiguiendo con misas y oraciones en su convento.

Se expone: "Se a conosido claramente aver aprobechado", siendo procedente entregar "alguna limosna a el conbento ... Por estar esta villa tan pobre y no aver de donde la pueda satisfazer", se le donan 200 reales de las sobras de tercias, ya que el "benefficio fue general a todos los vezinos", pues no se encontró dinero de "otra parte".

El documento anterior y otros en la misma línea lleva a pensar en la existencia de frailes "especializados" en conjurar riesgos naturales biológicos, y cuya fama había traspasado las paredes de su convento, en ocasiones a considerable distancia para la época, tal es el caso de fray Antonio Palomino, desplazado de Guadix a Berja en 1609 ("grajas") y el de fray Francisco de Bustos que lo hará en 1625 desde Linares igualmente a la citada villa ("pulgón, orugas, y gusanos" de los olivos).

Temores y sentimientos confusos acompañaron a la enfermedad y muerte de Felipe II en 1598. Mientras, Cervantes redactaba la primera parte del Quijote y en Granada se enredaban los hilos de los hechos originados por los Plomos del Sacromonte, pues aunque los hallazgos se remontan a 1588, estos se multiplican entre 1595 y 1597.

Poco después, año 1599, el concejo, justicia y regimiento de la villa de Berja, significativo pueblo de repoblación en la Baja Alpujarra almeriense, disponía el comienzo del Libro de su Cabildo (1599-1627), interesante y excepcional documento para conocer como era la villa, pues dejaremos hablar a sus alcaldes y regidores sobre los más variados aspectos de la vida cotidiana, en ocasiones sacudida por algunos riesgos, recurriendo a lo consignado por el escribano del concejo en las correspondientes actas capitulares, reflejo de la sociedad virgitana y sus circunstancias ambientales, pudiendo llegar a la "Historia de la gente sin historia",

si bien no debemos considerarla como un universo aislado, ya que inevitablemente mantiene relaciones superando sus propias limitaciones espaciales, igualmente es un destello de las luces universales y las sombras locales del Imperio Español.

A finales de enero de 1609 nos encontramos: "alguno del trigo que de presente tiene el pósito de esta villa se va dañando y comiendo de gorgojos". A pesar de esta deficiencia el concejo acordó moler parte del grano y vender las dos libras de pan a 14 maravedís, sin embargo, se revisó el precio subiéndolo a 16, "por lo cual se gane a el dicho trigo".

En el cabildo del 6 de marzo, aparte del conjuro de las grajas, se expone que a "petición de esta villa ha venido a ella el padre fray Fernando de Godoy, predicador de la Orden de la Santísima Trinidad, a predicar a esta villa y confesar esta Cuaresma, y para su sustento se ha de acudir a darle limosna" de 12 ducados y 2 fanegas de trigo.

El Libro del Cabildo de la villa de Berja continúa proporcionando noticias, algunas muy significativas respecto a la importancia del trigo/pan y sobre la mentalidad de la época.

En la sesión del 7 de mayo de 1609 se plantea la conveniencia de que la obra del nuevo pósito de la villa le continúe y finalice, para la misma los alcaldes y regidores vieron y compraron doce álamos, en el pago de Sotomán a Juan Lorente, por 200 reales. El 26 de junio se acordó que la madera "se corte esta menguante de junio y se sierre".

Pocos días después los alcaldes y regidores deciden "dar noticias al señor arzobispo sobre el impedir al concejo el sentarse en su escaño, porque mujeres se afirman y no los dejan sentar, poniendo cojines y estrado arrimado al dicho escaño, y pedir orden de ello".

Finalmente en la sesión del 6 de julio nos enteramos de otra significativa noticia cuando se manifiesta que algunos vecinos, "por sus fines e intereses particulares, con siniestra relación" han conseguido que haya síndico personero, lo cual el concejo considera "es en mucho daño y perjuicio de la república de esta villa, porque no servirá sino de inventar pleitos contra justicia, y esta villa no tiene propios que poder darle para gastar", por lo cual acordaron que el alcalde Rodrigo Marín vaya a la ciudad de Granada y en su Real Chancillería haga contradicción de ello, y alegue "lo que al letrado pareciere que conviene".

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