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Córdoba: de reino Califa a ciudad camaleónica

  • Hay una versión de Córdoba para cada persona y ahora te toca a ti descubrir la tuya

Córdoba: de reino Califa a ciudad camaleónica

Córdoba: de reino Califa a ciudad camaleónica

David Bisbal, uno de los artistas andaluces más internacionales, en una de sus míticas canciones dedicada a tierras andaluzas, cantaba aquello que decía “De padre moro y de mujer cristiana, con piel de reina y cuerpo de sultana, movía sus manos como una gitana y su embrujo te robaba el alma”. No solo a ti, a todos se nos eriza la piel cuando escuchamos estos versos en boca del almeriense. Y es que nunca nadie supo plasmar mejor la definición de la esencia de Al-Andalus.

Aunque perfectamente podría ser una descripción de Córdoba en particular, esta trata sobre Andalucía en general, pero ¿y si en realidad fuese solo para ella? Córdoba, hoy en día, sigue manteniendo su esencia cristiana más pura, entremezclada a la perfección con los vestigios del mundo árabe. Sus tierras no serían nada sin los árabes ni los cristianos, ni ellos hubiesen sido nada sin estas tierras.

Pensar en Andalucía es pensar en Sevilla y Olé, los trajes de flamenca (o de gitana, como a los andaluces de pura cepa les gusta llamarlos), toros, palmas, cantos y guitarras. Pero ¿te has parado a pensar la cantidad de hechos, acontecimientos, citas y eventos que han vivido estas tierras? Y ya no solo cristianos y árabes, sino que incluso hasta los judíos les fue inevitable no postrar sus ojos sobre uno de los asentamientos más bonitos ubicados al borde del río Guadalquivir.

¿Sabes? Las ciudades son como las personas. Tienen esencia, pensamientos, sentimientos y emociones. Y, por supuesto, hay más Andalucía más allá de Sevilla. Así que no te lo pienses y elige Córdoba. Esta bien merece una escapada, una visita, un viaje, una aventura. Una cita para conocerse, contarse e inevitablemente enamorarse. Porque quien visita Córdoba una vez, volvería mil veces más para no dejar de recorrerla. Pero si es tu primera cita con ella, no te preocupes, sabemos a la perfección cómo lidiar con esos nervios de la primera vez.

Dicen que ‘más vale pájaro en mano que ciento volando’, así que más vale tenerlo todo bajo control que llegar a la ciudad bajo un auténtico descontrol. Por eso, te propones el free tour Córdoba. Todo atado, unido, pensado y premeditado para que tu, primerizo en esto de las citas con ciudades, solo tengas que dejarte llevar. Y es que, como diría Vetusta Morla, “dejarse llevar suena demasiado bien” y eso a Córdoba, le encanta.

A la ciudad, le gusta verte reír, sonreír, disfrutar y vivir. Brindar, bailar, aplaudir y gozar. Beber, comer, crecer y desenfurecer. Y es que esta ciudad es la alternativa perfecta para cualquiera de los planes, desde un fin de semana con las amigas, una escapada con tus padres para celebrar la vida, el fin de semana romántico que tienes pendiente con tu pareja o tu escapada en solitario que tanto tiempo llevas pensando.

Córdoba, más allá de ser árabe, cristiana y judía, es camaleónica porque esta ciudad se adapta a cualquiera de tus propósitos. Si buscas gastronomía, esta es la meca del salmorejo, los flamenquines y las berenjenas con miel. Si buscas cultura e historia, siempre vas a poder perderte en su mezquita, su judería o conocer la ciudad paseando al lado del Guadalquivir. Si necesitas una dosis de oxígeno, puedes esconderte en Lucena, Cabra o Priego de Córdoba. Si buscas bailar hasta poder volver a ver al sol salir, ofrece terrazas, garitos y pubs de esos que hacen a los ojos brillar. Y como colofón, si buscas en cualquier lugar ‘visita guiada Córdoba’ tendrás plan para dar y regalar.

Si Córdoba fuese una persona, ahora tu podrías ser el padre moro, la mujer cristiana, la de la piel de reina o la del cuerpo de sultana, como diría Bisbal. Hay una Córdoba para cada persona y ya va siendo de hora de que tu conozcas la tuya.