Almería

Cuentas A rendir

  • El Partido Popular se sienta con Ciudadanos para dar parte del grado de cumplimiento de las exigencias de los pactos presupuestarios de 2017 y 2018

  • La formación naranja mantiene en la recámara sus nuevas 'líneas'

De la toma de contacto del mes pasado a la profundización, que hoy sentará en la misma mesa de negociación al Partido Popular y al Grupo Municipal de Ciudadanos. Los primeros con la intencionalidad de cerrar cuanto antes el acuerdo que le permita a Ramón Fernández-Pacheco disponer nada más empezar el año con los presupuestos del Ayuntamiento de Almería en vigor, y arrancar, con ellos, una gestión con impronta a desplegar en esos cinco meses previos a las elecciones municipales. Los segundos, con semejante afán de que el Consistorio pueda ejecutar inversiones -especialmente, las exigidas por la formación naranja-, pero antes Ciudadanos saca la lupa. Toca examinar el grado de cumplimiento de los pactos presupuestarios de 2017 y 2018.

La reunión pinta larga. Si la primera, la de la toma de contacto, duró tres horas, el encuentro de esta mañana no parece poca cosa. Sobre la mesa Miguel Cazorla extenderá las 63 exigencias, o líneas naranjas, que Cs impuso al PP como condición para prestar su aprobación al presupuesto de 2018, más las que pudieran quedar colgadas del ejercicio anterior. "En la primera reunión que tuvimos en septiembre, había áreas que todavía no habían presentado el grado de ejecución. Esperamos que María Vázquez - la concejal de Economía del PP- tenga todo para poder poner sobre la mesa las nuevas líneas".

Pero no será en este intercambio, al menos, de impresiones de hoy. Lo primero es lo primero. Y para el portavoz de Ciudadanos lo primero radica en ver cumplidas las propuestas que el PP accedió a incorporar en las cuentas municipales de 2018. Sobre todo, las tres líneas subrayadas con el color "rojo". Como recordó ayer Cazorla en una rueda de prensa, la bajada del IBI, la devolución de las plusvalías cobradas de forma indebida y, por último, la aplicación de tarifas especiales de la zona azul dirigidas a trabajadores afectados por el área de influencia de este servicio de regulación del aparcamiento en la vía pública. Las dos primeras exigencias están siendo atendidas, pero ¿y la tercera?

Del posible cambio de la ordenanza del ROA (antes ORA), nada se sabe. Ni siquiera Cazorla. "No sabemos cómo lo llevan, ni si lo van a llevar a cabo". El compromiso del PP, más que la aplicación de la rebaja de la zona azul, estaba dirigido a la realización de un estudio de viabilidad para, eso sí, la consiguiente entrada en funcionamiento de los criterios tarifarios exigidos.

El repaso será desde luego pormenorizado porque, según advirtió ayer el portavoz de Ciudadanos, "no hablemos de futuro sin haber completado los firmado para el presente". Sentencia naranja.

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