El Ayuntamiento de Almería, a través del área de Servicios Municipales, ha retomado esta semana las obras para la instalación de las islas ecológicas -los contenedores soterrados-, junto a la antigua sede de Correos (calle Doctor Gómez Ulla), y plaza San Pedro, después de que la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía haya autorizado la continuidad de los trabajos al no considerar necesaria la conservación de los restos arqueológicos aparecidos.

Según han explicado desde Cultura, el departamento andaluz ha visado las correspondientes intervenciones arqueológicas llevadas a cabo por las empresas contratadas por el Ayuntamiento en ambos emplazamientos, donde aparecieron restos de viviendas medievales nazaríes, de entre los siglos XIV y XV. Los hallazgos han sido convenientemente documentados y se han trasladado restos y fragmentos de cerámica al Museo Arqueológico de Almería.

El pasado viernes 26, la Delegación Territorial de Cultura le comunicó por escrito al Ayuntamiento que las obras podían continuar tanto en plaza San Pedro como en Doctor Gómez Ulla, tareas que fueron reanudadas este pasado martes después de tres semanas.

Fue el lunes 8 de octubre cuando el área de Servicios Municipales inició las obras correspondientes al plan municipal de contenerización soterrada, contemplando ya la posibilidad de toparse con restos arqueológicos al tratarse de una zona, la del centro histórico, especialmente sensible. De hecho, tal y como explicó el concejal responsable, Juan José Alonso, la redacción de los proyectos incorporó las correspondientes intervenciones arqueológicas. "Barajamos diferentes ubicaciones como la calle del Hotel la Perla, una localización descartada porque ya sabíamos que podíamos encontrarnos con la muralla de la Puerta de Pechina", explicó el edil en concreto sobre los contenedores de Gómez Ulla y en referencia también a críticas vecinales surgidas a raíz de este emplazamiento.

Las islas incluyen cinco unidades de contenedor soterrado, tanto para residuos sólidos urbanos (con una capacidad equivalente a dos contenedores de superficie), como para vidrio (con un volumen de 3 m3), papel y envases.