La celebración del Viernes Santo en Roquetas de Mar da comienzo a las 6 de la mañana con el Viacrucis Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, que desde el centro de la Ciudad visita la Residencia de Mayores y las principales calles del barrio central, una cita con cientos de vecinos que, con recogimiento y devoción van recitando las 14 estaciones del Viacrucis en diferentes domicilios de vecinos que preparan un altar para que el Cristo Crucificado descanse en la Estación penitencial.

Al mediodía era la Parroquia del Carmen de Aguadulce la que salía por los alrededores de la Iglesia a realizar la estación de penitencia con un acompañamiento de cantos y oraciones a cargo del Párroco D. Antonio Martín Acuyo, ayudado por los grupos parroquiales y la Hermandad de la Virgen del Carmen, radicada en dicha Parroquia.

Por la tarde tenía lugar la Procesión Oficial del Santo Entierro y la Virgen de los Dolores en el centro de la ciudad. A las 7 de la tarde abría sus puertas el templo parroquial del Rosario para la salida de la misma, pero debido al mal tiempo y la alerta amarilla decretada por Meteorología, con un fuerte viento de hasta 70 m/hora, hizo, que una vez en la calle, la Junta de Gobierno de la Cofradía de los Dolores tomara la decisión de sólo rodear la manzana del templo parroquial y regresar al mismo.

Una vez dentro, la misma Junta de Gobierno, muy a su pesar y con lágrimas en los ojos de la Hermana Mayor, tomó la decisión, ya que el tiempo no iba a mejorar de suspender la siguiente procesión, prevista para las 23 horas, de la Soledad, a pesar del fuerte arraigo en Roquetas de dicha Procesión.

Si se celebró, aunque con ciertas dificultades y un recorrido mínimo el Viacrucis de la Parroquia de la Asunción en El Parador. En la Barriada del Solanillo desde horas tempranas y dada las características del barrio, típicas casas de Colonización de planta baja, uno de los lugares más azotados del municipio por los vientos, ya se había tomado la decisión, por parte de la Hermandad de la Virgen del los Dolores y el Párroco, D. Antonio de Mata, de suspender el desfile procesional previsto para las 22 horas.

A pesar le gran afluencia de personas, propios y visitantes, en un municipio a más del 90 % de ocupación hotelera, fue, en cuento al tiempo deslucido y para los cofrades de frustración, todo un año esperando el día grande y no poder las procesiones que con tanto amor y entrega han estado todo el año dedicados en cuerpo y alma a ello.

Esperamos que el año próximo, a mediados de abril la Semana Santa, sea de un tiempo espléndido y podamos tener, en su plenitud, nuestros pasos otra vez en la calle, esta vez lucidos y con mayor afluencia de personas. Para Roquetas de Mar ha sido una semana tranquila y repleta de personas por las calles, el año que viene más.