Alrededor de 900 inmigrantes trasladados en patera hasta la costa española durante 2019. Entre 2.000 y 2.500 euros por persona como pago por el viaje. Más de un millón y medio de beneficio gracias a este tráfico de seres humanos. Son algunos de los datos de la última operación desarrollada por la Policía Nacional contra los grupos criminales que se dedican a organizar viajes en infraembarcaciones, que se ha saldado con la detención de 26 presuntos miembros de una organización asentada en Argelia y en las provincias de Almería y Alicante.

En este caso, la supuesta banda criminal usaba embarcaciones rápidas para trasladar a inmigrantes desde las costas de Argelia y Marruecos hasta Almería y Cádiz. La investigación ha finalizado con seis registros -cinco en la provincia de Almería y uno en Alicante-, en los que se intervinieron 20.000 euros en efectivo, 17 vehículos, teléfonos móviles y diversa documentación.

La parte del entramado que operaba en España, afincada principalmente en las provincias de Almería y Alicante, trabajaba de manera coordinada con los miembros ubicados en las costas africanas. Antes de la salida de las embarcaciones, los integrantes de la organización ubicados en territorio español eran informados de los lugares y horas aproximadas de llegada y el número de inmigrantes transportados. La ruta usada preferentemente por la red era la que unía las costas de Orán (Argelia) con las de Almería, por lo que la mayoría de inmigrantes eran de origen argelino.

Las embarcaciones rápidas utilizadas contaban con potentes motores que permitían cruzar el mar de Alborán en tres horas, y disponían de puntos seguros de atraque para facilitar la recepción de los inmigrantes. La organización explotaba también la ruta entre Tánger (Marruecos) y Algeciras (Cádiz) para introducir inmigrantes de origen marroquí.

El entramado también contaba con una importante flota de vehículos para trasladar a los inmigrantes desde las zonas de llegada a diferentes puntos de España, principalmente Almería, Alicante, Murcia, Barcelona, Tarragona y Lérida, donde se asentaban con familiares y amigos, o bien cogían autobuses para desplazarse a otros países de la Unión Europea. 

La Policía sostiene que durante los traslados, los miembros de la red no dudaban en abandonar en mitad de las autopistas a los inmigrantes que carecían de la cantidad solicitada por ese servicio e incluso les retenía en viviendas de la organización hasta que los familiares se hacían cargo del pago de la deuda. 

La investigación ha finalizado con la detención de los 26 miembros de la organización, 18 en Almería, 6 en Alicante y 2 en Zaragoza.