La solidaridad demostrada desde siempre por el acuarelista Julio Visconti vivió en el Foro d Almería un nuevo capítulo que se pudo ver correspondido por la entrega y el compromiso de Eduardo del Castillo, gerente de Aqualia, que adquirió su obra en una subasta benéfica, por 2.500 euros que van a parar a la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (ARGAR), y después la ofreció a la ciudad al darla al Museo de Almería que en breve abrirá sus puertas. Eduardo del Castillo consiguió el cuadro que retrata las casas y balcones de una calle de Sepúlveda (Segovia) en una puja en la que también se mojaron el ex presidente de la Cámara de Comercio y empresario, José Antonio Picón, y el director del CAES, Ignacio Flores.

El encuentro organizado por este periódico sirvió, además, a la artista María García para dar a conocer en primicia el busto que ha realizado de Julio Visconti con la vocación de que alguna entidad o ayuntamiento lo adquiera para ponerlo a disposición de todos los ciudadanos al colocarlo en una calle, plaza o edificio público de la provincia.

Pero todo eso fue después de un turno de preguntas en el que se pudo descubrir al Visconti más sencillo y directo. El acuarelista, preguntado por algunas de los más de 200 personas que ayer participaron en el Foro d Almería, explicó, entre otras cosas, que es un "artista mediterráneo" y que "la playa de San José me inspira, es un baluarte de mi obra y allí acudo todos los veranos a pintar junto al mar". Y es que Visconti, allá donde va, pone de relieve y rescata del olvido paisajes que ni se conocían. Sobre el momento en el que comenzó su carrera, el acuarelista explicó que ya a los dos años de edad cuando trataba de recrear el logo del periódico El Sol. Le llegaron a preguntar el porqué de que no se había casado y Visconti, con mucha ironía, le contestó que "eso tendrían que decírselo a las novias que tuve, pero les puedo decir que mis hijos son mis cuadros, de manera que estoy casado con la pintura".