Los antenses han tenido que esperar dos días para poder vivir de llano la Feria por la tarde. Los bares completaron ayer su aforo en una fiesta especialmente pensada para el entretenimiento y las conversaciones entre amigos que no se pueden tener por la noche.

Las rumbas y el flamenco propician poder atender a los amigos, destaca Diego Castaño, quien reconoce que hasta ese momento no había visto a buena parte de los amigos que vuelven a Antas por Feria, pese a que se encontraban en el pueblo desde el inicio de la festividad.

Las tapas y las cervezas se suceden pese a que muchos hace muy pocas horas que se acostaron y otros, no descartan irse pronto para poder echarse una siesta antes de volver a la Era del Lugar para cenar o bailar.

Son ya muchas las horas de fiesta las que han transcurrido pero no habrá tregua, según se desprende de las ganas que todavía quedan por vivir intensamente lo que resta de días. No habrá descanso, afirma Ana Simón, que no piensa faltar ni a la noche ni al día con sus amigos. Se trata de una de las últimas citas en las que podrán estar juntos antes de irse a estudiar cada uno a una ciudad. Después de haber estudiado mucho y haber hecho la selectividad, Sevilla, Granada, Almería o Murcia son los destinos que han elegido para seguir con sus estudios, por lo que en el futuro habrá menos oportunidades para verse y "ahora hay que aprovechar".

El Mediodía no cierra en Antas hasta que los jóvenes y algunos no tan jóvenes se trasladan hasta el real, sea para participar en las actividades de la jornada o para irse a las casetas en las que siguen la fiesta.