Con un recorrido por las principales calles de Almería, desde la Rambla Belén hasta el Paseo, los feriantes han sacado sus cacharricos de menor porte en caravana. Es la sonada protesta del sector contra el parón de los tiovivos y norias decretado a consecuencia de la COVID-19, que afecta en la provincia a una millar de familias, las cuales llevan seis meses sin percibir ingresos. Creen que la Feria de agosto es posible celebrarla con las medidas de seguridad oportunas y, si no, exigen alternativas y ayudas económicas a este otro sector que agoniza.

A las diez en punto comenzaba este paseíllo de camiones y atracciones en la capital almeriense. Durante dos horas que ha durado la manifestación se han hecho ver y, sobre todo, escuchar. Es el "SOS a los feriantes de Almería", cuyo portavoz, Fernando Fernández, ha lanzado a las administraciones públicas -en especial al Gobierno central y andaluz-, y a la ciudadanía, dejando abierto un interrogante. ¿Es posible la celebración de la Feria de Almería en el proceso actual de desescalada hacia esa 'nueva normalidad'?

Entienden los feriantes que, con la organización adecuada y las medidas de seguridad bien claras, la Feria podría ser salvada. "La salud es lo primero, eso está por encima de todo. Pero si todos están trabajando y abriendo, como los bares y chiringuitos, los toros, las piscinas , nosotros también podemos. La Feria es segura, se celebra en un recinto grande y, poniendo las medidas adecudadas, como cualquier negocio, es posible", a lo que el directivo de la Asociación Provincial de Industriales Feriantes de Almería y vicepresidente de la Unión de Feriantes de España, añade que "si todo el mundo empieza a trabajar, nosotros también queremos".

Es un trabajo de temporada. Y desde que guardaran los cacharricos en octubre no han tenido actividad que que les reporte ingresos y sí gastos como, recuerdan, las revisiones de la ITV de las atracciones, seguros y reparaciones, entre otros. Suspendidas ferias de barrio, las fiestas en los pueblos más la semana grande de Almería, les queda por delante, al menos, otros seis meses de inactividad. "Estamos perdidos, desamparados y no sabemos a dónde agarrarnos", expone Fernández, quien en nombre del colectivo solicita la inclusión de las fiestas en la desescalada o alternativas y ayudas específicas para el sector.  Estamos "totalmente desamparados sin prestaciones ni ayudas,  por eso estamos aquí, a ver qué podemos hacer", remacha el representante, mientras recibía muestras de apoyo de ciudadanos en solidaridad con la situación a la que se enfrentan. 

La caravana por el Paseo de Almería

La descrita por Fernández afecta a más de mil familias solo en Almería, y a 6.000 a nivel regional, cifras que se multiplican hasta las 35.000 personas que viven de la Feria en España, más los trabajadores que emplean los feriantes. “No somos invisibles”, enfatiza el portavoz para reclamar medidas que palíen los efecto económicos y sociales de las consecuencias de la pandemia sobre este sector. “Todos están teniendo ayudas, los bares, los cines, los teatros, los comercios..., ¿y nosotros, qué?”, se queja a expensas de la reacción que esperan del Gobierno nacional y andaluz. Hay solicitada ya una Mesa de Diálogo en Madrid antes de que el día 24 de junio se reúnan en la capital española los cacharricos de los 35.000 feriantes convocados.

Los feriantes, a las puertas de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía

La manifestación de Almería se suma a la concentración celebrada también hoy en Granada, y a las protagonizadas la pasada semana por los feriantes de Sevilla y Huelva, dentro de un calendario de protestas que tendrá como colofón la cita en la capital española. Protestas por la suspensión de la Feria