Tribunales

Forenses sostienen una "alteración parcial de facultades" en la madre que mató a su hijo en Huércal de Almería

  • Durante la sesión, a la que han asistido el padre y la abuela paterna de la víctima, los forenses han expuesto también sus informes sobre la autopsia realizada al menor y han certificado que el niño murió por estrangulamiento, para lo que habría empleado el cordón de un albornoz que la acusada portaba en una mochila en el momento de la detención

Ana María B.L. dice que no recuerda matar a su hijo Sergio y apunta a un brote psicótico

Ana María B.L. dice que no recuerda matar a su hijo Sergio y apunta a un brote psicótico / Carlos Barba/Efe (Almería)

Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) que exploraron a Ana María B.L., la mujer acusada de asesinar a su hijo de siete años en Huércal de Almería (Almería) el 10 de octubre de 2019, han señalado este jueves en la cuarta sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial que la autora confesa del crimen tenía una "alteración parcial de sus facultades" cuando se sucedieron los hechos tras no haber "remitido completamente" los efectos del trastorno psicótico agudo transitorio que sufrió el verano anterior y que la llevaron a estar hospitalizada durante nueve días tras un ingreso involuntario.

Los autores del informe psiquiátrico forense han apuntado a preguntas de la Fiscalía, que solicita para la acusada una pena de prisión permanente revisable en la que podría darse una atenuante de alteración psíquica, que la sucesión de los hechos que se dieron hasta el momento del crimen es "totalmente compatible con un cuadro psicótico" ya que el propio día del crimen se dieron una serie de "sucesos ilógicos" por parte de la madre del menor, quien acudió con el cuerpo sin vida del menor hasta las Norias de Daza en El Ejido tras vestirlo y aparentar que iba dormido ante los vecinos.

"Si bien es verdad que hay una base psicótica, había una conciencia parcial de esos hechos", ha expuesto el perito quien ha echado en falta una "motivación" por parte de la acusada. "No vemos una conciencia real de los hechos", ha añadido al indicar que Ana María B.L. nunca pudo explicar los motivos que le habían llevado a ejecutar sus actos, pero que esta "falta de motivación" no tendría que estar ligada a un episodio de "amnesia" que le lleve a no recordar lo que hizo.

En esta línea, los forenses han observado que junto con un cuadro "depresivo" y una percepción de sí misma "en tercera persona" de la acusada, la misma presentaba un "embotamiento afectivo", que la lleva a estar en "otro plano", lo que se correspondería con una apariencia de "frialdad".

Durante la práctica de la prueba judicial, los forenses han recordado que la mujer fue hospitalizada en el área de Salud Mental el mes de julio de 2019 tras haber acudido a urgencias unos días antes; una "medida extrema" que tuvo como objetivo reducir una "sintomatología aguda" para, después del alta hospitalaria, mantener un seguimiento psiquiátrico. Aunque en un primer momento visitó a su facultativo, después la mujer dejó de ir a la especialista y habría abandonado la medicación.

Aunque los médicos del IML creen que el episodio no remitió tras el alta hospitalaria, ya que el trastorno "no terminó de curarse" porque para una remisión "completa" era "imprescindible" que se hubiera continuado el tratamiento, la prueba pericial presentada por la acusación particular ha enmarcado en una suposición que la acusada mantuviera su trastorno hasta los días próximos al crimen ni que existiera un "embotamiento afectivo" en el momento.

EL MENOR NO PUDO DEFENDERSE

Durante la sesión, a la que han asistido el padre y la abuela paterna de la víctima, los forenses han expuesto también sus informes sobre la autopsia realizada al menor y han certificado que el niño murió por estrangulamiento, para lo que habría empleado el cordón de un albornoz que la acusada portaba en una mochila en el momento de la detención.

Las peritos que practicaron la autopsia han observado además que no hallaron signos de que el pequeño hubiera intentado defenderse en ese momento al no encontrar signos compatibles con esfuerzos para desprenderse del lazo.

"Si lo hizo fue con muy poca fuerza o que lo pilló completamente por sorpresa", han afirmado las médicos, quienes han dado cuenta de la inferioridad que mostraba el menor, de apenas 24 kilos y medio, frente a un adulto. No obstante, no se observaron otras lesiones que no estuvieran relacionadas con la asfixia ni se hallaron restos de posibles estupefacientes o alcohol en el organismo del niño, que falleció entre las 9,00 y las 9,30 horas, tras estar "cuatro o tres minutos" sin respirar.

El juicio, que encara ya su recta final, continúa este viernes con la finalización de la prueba forense mediante la práctica de pericial psicológica, que dará paso al examen de las pruebas documentales y, según el cronograma, la presentación de informes de las diferentes partes antes de la entrega a jurado del objeto de veredicto, el próximo lunes.

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