Almería

Galasa accede a una propiedad privada para reparar una tubería

  • La avería había provocado desde hacía meses vertidos fecales incontrolados

Una avería en la tubería general de saneamiento del municipio de Albanchez, el vertido fecal, los malos olores y el peligro real para la salud de los vecinos que representaba el hecho, provocó que el pasado martes el alcalde, Francisco Martínez, pidiera ayuda públicamente a las autoridades supramunicipales para que le posibilitaran destrabar una situación apremiante y con riesgo para la salud. La decisión tomada en pleno extraordinario llevado a cabo el sábado, respondía a la necesidad de reparar un tramo del saneamiento municipal que pasa por una propiedad privada y sus dueños se negaban a dejar entrar a los operarios. El caso también estaba en la justicia, ya que apelando al "interés general y por tratarse de un caso de salud pública" los servicios jurídicos del municipio intentaban obtener una orden emitida por el juez que les permitiera entrar en la finca, un cortijo de una familia francesa afincada allí desde el año 2007. La comunicación del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de Almería llegaba el mismo martes por la mañana y ayer miércoles el alcalde, acompañado por la Guardia Civil, operarios de la empresa Galasa concesionaria del servicio, y una treintena de vecinos, se hacían presentes en la propiedad para notificar a sus dueños acerca de la orden del juez y comenzar la reparación. Para ello fue necesario recurrir a los servicios de un cerrajero quien cortó las cadenas del portón de entrada a la finca ante la negativa de los dueños a abrir.

Una vez dentro se hizo entrega de la orden judicial a Christopher David de Forni, a quien se le comunicó el procedimiento, mientras los operarios a través de un detector comenzaban a excavar en el mismo patio de la vivienda donde las aguas fecales estaban a ras de la superficie, al igual que en el resto de la propiedad, lo que estaba provocando en el pueblo unos fuetes olores que se intensifican con las altas temperaturas. Mientras los trabajadores comenzaban con las tareas de reparación, Diario de Almería habló con el señor de Forni, a quien se le consultó el por qué de su negativa a dejar entrar a los operarios y si los malos olores no les molestaban también a ellos, ya que viven en el epicentro de la avería. De Forni en un aceptable castellano, explicó que "solicitamos que se llevaran la tubería de mi propiedad hace 10 meses. El pasado 17 de octubre levantamos un acta con el notario de Albox. Ahora estamos reclamando a Galasa una indemnización por los daños a la salud y a nuestra propiedad. También iniciaremos acciones legales contra el ayuntamiento". En cuanto a los olores, el dueño explicaba que "el olor aquí es insoportable y nunca nadie nos ha hecho caso", algo que desmentía el propio sargento de la Guardia Civil, que aseguraba que "hemos visitado la casa en más de cincuenta oportunidades, pero nunca hemos conseguido que abran la puerta".

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