El subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente, dio la sorpresa este lunes en el centro penitenciario El Acebuche. En pleno discurso en el salón de actos de la prisión de Almería, con motivo de la celebración del día de la Virgen de la Merced, De la Fuente reconoció una situación denunciada en diversas ocasiones por los sindicatos con representación en la cárcel, esto es, que se había producido una "paulatina reducción de la plantilla" de forma que desde 2011 hasta la actualidad el centro cuenta con unos 30 funcionarios menos y se ha pasado de 44 a 28 miembros de personal laboral. De hecho, este problema fue señalado por el propio director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz en una reunión mantenida a principios de septiembre con el subdelegado, en la que le trasladó a De la Fuente el estado del personal y abordó la forma en la que se podía "revertir la situación y adaptar la plantilla a las necesidades reales". Posteriormente, hace una semana aproximadamente, fueron los representantes de los funcionarios los que trasladaron esta y otras cuestiones a De la Fuente, quien aseguró este lunes que el gobierno es "sensible" y entiende" dichas demandas de una institución que es una "pieza fundamental de la política de seguridad y de intervención social de nuestro país.

Asimismo, tras agradecer su esfuerzo a los trabajadores presentes, señaló que además de su "motivación" como profesionales" para que el trabajo de reinserción sea el correcto son necearias unas instalaciones adecuadas. En este sentido, apuntó que durante los últimos años se había llevado a cabo una reforma integral de la prisión y se habían construido cuatro nuevos módulos, matnizando que aún quedan distintas reformas por ejecutar y proyectos pendientes, como la apertura del Centro de Inserción Social de El Puche, prevista para finales de este año. "Os ratifica la voluntad del Gobierno de atender las demandas que la crisis dejó aparcadas", apostilló el subdelegado.

El Acebuche cuenta en la actualidad con 14 módulos (uno de ellos de mujeres), a los que se añade un departamento de Unidad Terapéutica, Enfermería, Ingresos, Aislamiento y Sección Abierta. El porcentaje de población reclusa ha descendido desde 2009 desde casi 1.200 internos a los 761 actuales, 47 de ellos mujeres. De esos más de 700 reclusos, 63 cuentan con régimen abierto. De la misma forma que ha disminuido el número de internos, también lo ha hecho el de preventivos pendientes de enjuiciamiento penal: un 20% hace nueve años, un 18,7% en la actualidad. Por otra parte, el número de internos de origen extranjero es de 234, una cifra similar a la registrada el año pasado. Del total de penados, 142 de ellos disfrutan habitualmente de permisos de salida de varios días y 63 se encuentran en régimen de semilibertad en medio abierto o con control telemático mediante pulseras electrónicas que posibilitan que pueda pernoctar en su domicilio de forma supervisada. Otros casi 200 penados se encuentran en régimen de libertad condicional aprobado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Por otra parte, el número de empleados públicos es de 358 en todas las áreas. A ello hay que añadir alrededor de un centenar de voluntarios y colaboradores en actividades de tratamiento y también miembros de la Guardia Civil que se encargan de la seguridad perimetral exterior con la colaboración de personal de empresas de seguridad.

El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, destacó que la jornada de ayer, la principal en el programa de diez días para celebrar la festividad de la Merced, tenía como objetivo mostrar la gratitud a aquellos que "día a día" dan los mejor de sí con los internos.

Y es que en una exposición magistral, recordó que este año se cumple el 40 aniversario de la Constitución que supuso un cambio excepcional al determinar en su artículo 25.2 que "las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados", y fijó que los presos debían tener los mismos derechos que el resto a excepción de la libertad.

Un año más tarde llegó la ley penitenciaria, la primera orgánica de la democracia, "pactada por todas las fuerzas políticas de ambas cámaras (Congreso y Senado)". "No muchas leyes han sido aprobadas de esta forma (...) fue una ley del mañana, del futuro, la primera en apostar por la reeducación y la reinserción social frente al castigo (...) Tras casi 40 años, sigue siendo uno de los sistemas más avanzados del mundo", añadió De la Cruz, quien matizó que no se hubieran podido cumplir sus objetivos sin un cuerpo de profesionales "altamente cualificados".

Tras la intervención de ambos y de la teniente de alcalde de Almería, María Vázquez, se llevó a cabo la entrega de condecoraciónes y reconocimientos. Curiosamente, la más destacada tenía lugar en el Ministerio del Interior, donde María del Mar Soriano, subdirectora de Tratamiento, recibía la Medalla de Plata al Mérito Penitenciario.

En Almería, la diputada de Deportes, Ángeles Martínez, ha sido reconocida por la colaboración institucional que realiza con el objetivo de fomentar hábitos saludables y la práctica deportiva. También la Fundación laCaixa, la Unidad de DNI de la Policía Nacional, el instituto de Educación Secundaria Albaida, la empresa Lamarca y distintos miembros de Cruz Roja, o el cabo primero de la Guardia Civil, Andrés Camacho, entre otros, además de diferentes funcionarios e internos.