Inspecciones técnicas han detectado la aparición de grietas en los depósitos de agua de San Cristóbal, una infraestructura básica para garantizar el suministro a toda la zona del centro histórico de la capital. La situación, según informaba ayer el Ayuntamiento de Almería, no es de riesgo inminente y el equipo de gobierno tiene preparadas ya actuaciones de reparación con las que evitar cualquier posible incidencia.

La Junta de Gobierno Local aprobó ayer el proyecto de obras de reparación de los dos depósitos de San Cristóbal, situados en el barranco Las Bolas (El Quemadero). Según detalló el portavoz de este órgano de decisión, el concejal del Partido Popular Miguel Ángel Castellón, las grietas pueden ser consecuencia de las pitas deportivas que ocupan la superficie de estos tanques. Pese a que el uso de las instalaciones deportivas no es excesivamente elevado, los técnicos consideran que podría ser una de las causas de la aparición de estas fisuras que, como atajó el edil, no revisten gravedad, "pero antes de que aparezcan más, actuamos". La inversión es de 347.000 euros y servirá para reforzar la estructura de los tanques y, de paso, proceder a la limpieza rutinaria del interior de los depósitos.

Las obras se llevarán a cabo en dos tandas, afectando primero a un depósito y actuando luego en el segundo con el objetivo de que no se produzcan cortes en el suministro o el caudal de agua se vea aminorado. "No se va a notar", garantizó el responsable municipal, quien quiso trasladar un mensaje de tranquilidad en este sentido, descartando que las obras se vayan a acometer a través de un procedimiento de emergencia como el seguido hace dos años con la rotura de la lámina de protección de los depósitos de Aguadulce o la construcción urgente de un nuevo digestor de fangos en la depuradora del Bobar, a comienzos de este mismo año.