Operación Bacal

La Guardia Civil desmantela una organización criminal que hurtaba productos agrícolas

  • Detiene a 11 personas. "Colocaba" los productos en en almacenes, mercadillos y particulares

A primera hora de ayer, agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Almería realizaban las últimas detenciones en Roquetas de Mar (Almería) de miembros de una organización criminal que hurtaba grandes cantidades de productos agrícolas y posteriormente los “colocaban” en almacenes, fruterías, mercadillos del poniente almeriense y entre particulares.

Estas 11 detenciones se enmarcan dentro de las actuaciones desarrolladas por la Guardia Civil en el Poniente almeriense, actividades entre las que destacan el constante contacto que los agentes mantienen con los agricultores y ganaderos.

Esta gran operación es el resultado de la coordinación de agentes de la Guardia Civil de Almería y Murcia, y se ha saldado con la detención de ocho personas, una investigación por receptación y la intervención de más de 25 toneladas de fruta y tres furgonetas.

Modus Operandi

La investigación, se viene desarrollando desde el pasado mes de marzo, cuando los agentes tienen conocimiento de la existencia de una nave industrial en la localidad de Adra (Almería) que al parecer se está dedicando al almacenaje y envasado de productos agrícolas procedentes de hurtos explotaciones.

Se inicia un discreto dispositivo de vigilancia de la nave durante el que los agentes de la Guardia Civil comienzan a recabar los primeros indicios de una actividad sospechosa. Las personas que entraban o salían de la nave, comprobaban si les estaban vigilando, abrían y cerraban inmediatamente las puertas, y se mostraban excesivamente recelosos.

Los investigadores de la Guardia Civil de Almería en el desarrollo de sus actuaciones logran comprobar como los miembros de la organización cometían los hurtos en fincas en horario nocturno, y posteriormente “colocaban” la mercancía en almacenes, fruterías y los mercadillos de Roquetas de Mar y Adra (Almería), además de entre particulares.

Los agentes de la Guardia Civil determinan cual es el papel de cada uno de los miembros de la organización, que desarrollaban varias funciones, sustracción del género, transporte y almacenamiento, y gestionar su salida en los mercadillos y entre particulares.

Una vez constatado el modus operandi de la organización, realizan seguimientos de la mercancía logrando intervenirla en los vehículos usados para su transporte, en almacenes o en el mismo mercadillo tras darle salida en determinados puestos de fruta.

Una vez realizada la actuación, la reacción de los demás comerciantes ha sido de agradecimiento al trabajo de la Guardia Civil, manifestado gran número de ellos de forma espontánea esa gratitud ante las sospechas que tenían de que algunos vendedores “no jugaban limpio” con el perjuicio que eso causaba al resto que no podían competir con los precios a los que se vendían la mercancía robada.

Independientemente de lo anterior, se ha dado respuesta a la preocupación en el ámbito rural ante las pérdidas que para agricultores suponía la comisión de estos hurtos.

Los investigadores han realizado varios registros e inspecciones en los que han intervenido más de 25000 de kilos de fruta, tres furgonetas y se ha investigado a 10 personas por receptación.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación no descartando nuevas imputaciones a los ahora detenidos.

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