Campaña Antártica

Homenaje en la base ‘Gabriel de Castilla’ al capitán de fragata Javier Montijo, fallecido hace un año en la Antártida

  • El teniente médico Óscar Garrido relata uno de los últimos incidentes ocurridos con una de las zodiac de la Campaña Antártica este fin de semana

El capitán de fragata Javier Montojo, fotografiado en la Antártida. El capitán de fragata Javier Montojo, fotografiado en la Antártida.

El capitán de fragata Javier Montojo, fotografiado en la Antártida. / Armada Española (Antártida)

Los militares y científicos de la Campaña Antártica se desarrolla anualmente en la Base Antártica Española del Ejército de Tierra “Gabriel de Castilla” situada en la Isla Decepción, en el Archipiélago de las islas Shetland del Sur, celebraron ayer junto a parte de la dotación y científicos del buque oceanográfico Hespérides, un acto de homenaje y recuerdo al capitán de fragata Javier Montijo, fallecido hace un año en la Antártida.

Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'. Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'.

Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'. / D.A. (Antártida)

Montijo falleció la noche del viernes de de marzo de 2018 en la Antártida tras caer al mar por causas que se desconocen desde el buque oceanográfico Hespérides. Natural de Ferrol (La Coruña) y de 53 años de edad, el militar fallecido llevaba varios años afincado en la provincia de Cádiz, donde dejó esposa y una hija de 15 años.

Su última residencia estaba fijada en la capital gaditana, aunque antes había pasado por Rota y por San Fernando, ya que su penúltimo destino había sido el Observatorio de Marina de San Fernando. De ahí pasó a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, con sede en Madrid.

Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'. Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'.

Homenaje en la base 'Gabriel de Castilla'. / D.A. (Antártida)

Javier Montojo Salazar participaba en uno de los habituales proyectos de investigación científica que el Hespérides realiza cada año en la Antártida. Su cuerpo fue recuperado y el buque, que ya había terminado su campaña y abandonaba la Antártida, se dirigió hacia Ushuaia, al sur de Argentina.

La Armada Española explicó que el militar fallecido "navegaba a bordo del Hespérides cuando desapareció en las proximidades de la base Juan Carlos I en la isla Livingston". Cuando horas después se conoció su desaparición se inició la búsqueda en el mar "con todos los medios disponibles". Seis horas después, el cuerpo ya sin vida de Javier Montojo Salazar fue localizado y recuperado.

Un año más tarde, se ha querido recordar al capitán de fragata aprovechando que el Hespérides pasará unos días en la base “Gabriel de Castilla” estudiando el fondo de la bahía, entre otros proyectos. De esta forma, se ha grabado un vídeo que ha sido compartido en la cuenta de Twitter oficial de la Campaña Antártica.

Uno de los participantes en este acto ha sido el teniente médico de la Legión Óscar Garrido, quien ha relatado a Diario de Almería uno de los últimos incidentes vividos en la lejana isla Decepción. “Hoy como otro día cualquiera, mi compañero, nuestro guía de montaña y navegación el brigada Jaime Albela, y yo hemos barqueando en zodiac a militares y científicos en sus respectivos proyectos por toda la isla... hasta ahí bien”, inicia su relato el militar.

Garrido señala en este punto que precisamente esta acción ha coincidido con la llegada del Hespérides, con lo que ello conlleva de barqueos de combustible, residuos, alimentos frescos y personal. “Era ya avanzada la mañana, el día frío y nublado, con la mar rizada, pero eso aquí es lo normal. Acabábamos de dejar el glaciar negro y el refugio chileno a mano derecha (estribor) y nos dirigíamos a Péndulo (antigua base chilena en ruinas) para que dos vulcanólogos revisaran sus equipos”, continúa.

La embarcación tuvo que ser recuperada rápidamente. La embarcación tuvo que ser recuperada rápidamente.

La embarcación tuvo que ser recuperada rápidamente. / D.A. (Antártida)

Una vez en aguas profundas y sin ninguna aparente colisión, “se ha rajado la lona del plan (fondo) de la embarcación neumática y en un minuto estaba todo inundado”. “La hélice, al hundirse la popa con el peso del agua, se inclinó y dejó de trabajar en la dirección de la marcha con lo que perdimos potencia”, cuenta Garrido.

Sin embargo, estos profesionales demostraron su preparación pues rápidamente el brigada Albela emprendió rumbo a la playa más cercana y alertó por radio. “Los dos científicos aplicaron sus baterías y material científico en proa, dónde me coloqué yo, con las piernas colgando, para intentar nivelar la embarcación con mi peso y así ganar costa”, dice Garrido.

“Ya en la playa sacamos y vaciamos la embarcación y empezamos a descargarla de peso para el rescate. Mientras se organizaban en la base, los científicos sacaron un termo con sopa caliente que tenían preparado y nos metimos todos en el agua, porque en Péndulo hay actividad volcánica y el agua está caliente; de hecho, la arena negra de la playa está llena de crill cocido vivo y decenas de pájaros dándose un festín de marisco gratis”, narra.

Recuperando fuerzas con la sopa caliente de los científicos. Recuperando fuerzas con la sopa caliente de los científicos.

Recuperando fuerzas con la sopa caliente de los científicos. / D.A. (Antártida)

Una vez con los refuerzos a su lado, descargadas las baterías y el material científico, Albela y Garrido intentaron volver a motor pero pero a los pocos minutos “era ingobernable”. “Así que volvimos a playa, le retiramos el motor entre todos y la abarloamos a las otras dos embarcaciones como si fuera una balsa. Después de un buen rato llegamos a base”, explica el teniente médico, quien apunta que tras dejar esta zodiac en dique seco, “la vida volvió otra vez a su rutina”. “Cogimos otra embarcación y seguimos con nuestros barqueos hasta bien entrada la tarde, que paramos todos para el acto por el primer militar español muerto en la Antártida desde el desgraciado naufragio del San Telmo”, concluye.

La zodiac tuvo que ser abarloada por otras dos embarcaciones. La zodiac tuvo que ser abarloada por otras dos embarcaciones.

La zodiac tuvo que ser abarloada por otras dos embarcaciones. / D.A. (Antártida)

Garrido le quita hierro al asunto y mantiene que en el fondo “es una tontería” aunque reconoce que "aquí cualquier pequeño problema se magnífica y supone una verdadera crisis ... qué se soluciona colaborando entre todos”.

La vida continúa en la base ‘Gabriel de Castilla’, donde ya celebran el “carnaval antártico” con “chanchito al horno”, disfraces y buen humor.

"Chanchito al horno" para celebra el carnaval antártico. "Chanchito al horno" para celebra el carnaval antártico.

"Chanchito al horno" para celebra el carnaval antártico. / D.A. (Antártida)

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