El aeropuerto de Almería inició los vuelos el 6 de febrero de 1968 y a lo largo de sus cincuenta años de historia han pasado por sus instalaciones más de 27 millones de pasajeros en medio millón de operaciones aéreas. A lo largo de este tiempo se ha convertido en una infraestructura fundamental para la provincia y el conjunto de sus comunicaciones y Aena lo ha quiere celebrar como se merece. Una vez pasada la efeméride de aquella inauguración por Franco a finales de los sesenta, se van a realizar actividades durante los próximos meses y hasta finales de año con las que reconocer su relevancia para Almería y poner en valor el sacrificio de cientos de trabajadores. Tanto a los de hoy como a los del ayer. La dirección del aeródromo de El Alquián ya está ultimando fechas para lo que será una fiesta de homenaje a su plantilla histórica, con presencia de antiguos directores y jefes de las diferentes unidades. Así se lo traslado recientemente a Carlos Revilla, un ingeniero sevillano que participó en la construcción del aeropuerto y que fue después su primer director civil. Aún no se ha determinado el día por una cuestión de agendas, pero la idea era adelantarse al periodo con más intensidad de vuelos de la época estival. Sí se ha cerrado ya la fecha para una jornada con los spotters, que son los apasionados de la aviación que se dedican a 'cazar' con cámaras de fotos las mejores imágenes de todo tipo de aeronaves durante el vuelo o una vez en la pista en despegue o aterrizaje. También consta en el programa de conmemoración de las bodas de oro del aeródromo una jornada de puertas abiertas, un día para reconocer a los jubilados y pruebas deportivas.

Entre los platos fuertes de este calendario de actividades está la de hoy, que se guarda en secreto porque será un acción sorpresa para los viajeros que lleguen al edificio terminal. Una serie de actores se camuflarán entre los usuarios e irán dando forma al evento, al estilo flashmob, ante el asombro del resto de pasajeros con los que aterricen en Almería. El aeródromo de El Alquián ha vuelto a la senda del millón de pasajeros justo cuando cumple los cincuenta años de historia y se enfrenta a un periodo óptimo para la aviación comercial por la creciente llegada de turistas y el aumento del consumo de vuelos.