El Instituto Almeriense de Tutela (IAT) ha consolidado, de cara al ejercicio 2018, su proyecto de atención personalizada. Esta ha sido una de las medidas acordadas durante el último plenario del organismo, en el que se ha diseñado la hoja de ruta a seguir en este ejercicio, siempre bajo las premisas de la inclusión y la atención al usuario. El diputado de Bienestar Social, Igualdad y Familia, Ángel Escobar, ha presidido este plenario, según ha revelado la Diputación de Almería en un comunicado. Una cita en la que, además, se ha hecho balance del trabajo realizado durante 2017 y se ha despedido, de forma oficial, a la coordinadora del Instituto Almeriense de Tutela, un organismo que la institución provincial puso en marcha hace 27 años, por su próxima jubilación.

El año 2018 ha comenzado en el IAT con 66 personas tuteladas, y con otras trece que se encuentran en proceso de modificación de su capacidad de obrar, de las que se tiene asignada su defensa judicial. Además, se están estudiando diferentes casos, por lo que el número de personas atendidas es de cien y está previsto que aumente por el incremento significativo de los requerimientos que por parte de los juzgados se han venido produciendo.

Entre las actividades previstas se consolida el proyecto de atención personalizada, que va desde el nivel más básico de atención de un servicio de información y asesoramiento especializado, hasta la intervención en los procesos judiciales de modificación de la capacidad de obrar e intervención en la atención directa de cargos tutelares, tanto en aquellas actividades carácter individual como grupal.

Centrado en la atención personal de cada uno de los usuarios atendidos por el IAT, este proyecto trata de optimizar tanto sus recursos personales como la efectividad de todos los dispositivos de atención y los recursos materiales. El diputado Ángel Escobar ha explicado que se mantendrán los siguientes pilares de trabajo dentro de este plan de atención personal: la máxima cercanía a la persona y el seguimiento sistemático de su evolución y necesidades; el refuerzo del sistema de apoyos personales; la evaluación y actualización de todos los proyectos de atención individual; el fomento de la participación de las personas tuteladas en actividades inclusivas de carácter comunitario; y el impulso al apoyo mutuo y la autoayuda.