Almería

Juicio sin víctima, cuyo paradero se desconoce, por una violación múltiple

  • Los procesados niegan los hechos y la vista oral queda lista para sentencia después de una única sesión en la Audiencia Provincial

Este martes ha quedado visto para sentencia el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Almería contra tres hombres que se enfrentan a penas de 18 años de prisión por retener y violar a una mujer el 18 de diciembre de 2016. Una vista oral que se ha celebrado sin la víctima, cuyo paradero se desconoce. Tanto es así que la Sección Tercera llegó a publicar hace unos días un anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Almería por el que se citaba a la perjudicada, "haciéndole saber expresamente que su asistencia es obligatoria, que los ciudadanos tienen la obligación de colaborar con la Administración de Justicia (...) Incluso, de no comparecer, su inasistencia sería sancionable". Así rezaba el anuncio, que apuntaba que la multa puede oscilar entre los 200 y los 5.000 euros y que impruso podría ser procesada por obstrucción a la justicia si esto hubiese provocado la suspensión del juicio.

No ha sido el caso. Durante la vista se reprodujo el testimonio realizado inicialmente ante el juez de instrucción por la perjudicada, negando los procesados los hechos. Según el fiscal, los procesados, A.R., A.I y P.B., abordaron a una mujer en el portal de un edificio de Roquetas de Mar, la sujetaron fuertemente por los brazos, le taparon la boca y la introdujeron en el inmueble para subirla hasta la quinta planta. Afirma que P.B. comprobó que no había nadie dentro de una de las viviendas, abrió la puerta y accedieron a la misma con la víctima. Añade que una vez en el comedor del piso, A.R. le gritó a la mujer que "la iba a follar". Mantiene que P.B. se marchó del lugar y cerró la puerta con llave desde el exterior, tras lo que A.R. condujo a la agredida a una habitación, donde la habría empujado sobre la cama y vencido su resistencia mediante la fuerza física, golpeándola en la cara, hasta penetrarla. Apostilla que mientras A.R. agredía sexualmente a la perjudicada, A.I. observaba lo que ocurría "riéndose de los hechos". Puntualiza el fiscal que la víctima logró salir finalmente de la vivienda porque se asomó a un balcón y comenzó a gritar, lo que hizo que un vecino llamase a la Guardia Civil.

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