Almería

La Junta pretende que el Ibis Eremita vuelva a anidar en el Cabo de Gata

  • La Consejería de Medio Ambiente comenzará un estudio de viabilidad para reintroducir esta especie en peligro de extinción que habitó en la provincia hace varios siglos

Reintroducir el ave denominada Ibis Eremita en el Cabo de Gata. Ese es el objetivo de la Consejería de Medio Ambiente que pretende que esta especie vuelva a anidar en la zona tras su extinción hace siglos, que según han citado algunos autores fue constatada su presencia a lo largo de la historia.

La Junta de Andalucía comenzará en las próximas semanas un estudio de viabilidad para reintroducir esta especie en el Parque Natural. En este estudio, la Junta de Andalucía va a invertir 60.000 euros y determinará, según el delegado Provincial de Medio Ambiente, Clemente García, "la idoneidad de uno de los espacios protegidos mejor conservados del mediterráneo para establecer una colonia de esta especie que se encuentra en peligro de extinción". Para García, "se ha elegido el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar para llevar a cabo este proyecto debido a sus condiciones excepcionales y a que cuenta con zonas poco antropizadas, es decir, en los que es escasa la influencia de la presencia humana, lo que le permite, a priori, tener fundadas esperanzas en la viabilidad de esta actuación."

El delegado de Medio Ambiente ha indicado también que "con este proyecto, buscamos que esta especie encuentre en nuestra provincia un hábitat donde establecerse de manera estable, contribuyendo de esta manera a incrementar su población, ya que en la actualidad esta especie cuenta con muy pocos ejemplares en libertad". García añadió que "asimismo, esperamos que Cabo de Gata se enriquezca con la presencia de esta ave, aumentando así sus ya numerosos valores ambientales y de atractivo para los visitantes y, con ello, para el desarrollo y el futuro".

El Ibis Eremita es un ave de distribución originariamente mediterránea, pero en la actualidad sólo está presente en dos pequeños núcleos de población localizados en Marruecos y Siria. Está considerada, además, como una de las especies más amenazadas del planeta, habiendo sido catalogada en Peligro Crítico de Extinción por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Actualmente, su población en libertad se estima en unos 350 ejemplares, por lo que se requiere la urgente adopción de medidas para garantizar su conservación.

Entre estás medidas se ha determinado que es prioritaria la investigación en técnicas de suelta controlada de individuos, con el objeto de alcanzar una población o poblaciones estables en áreas potencialmente favorables para la especie dentro de la zona mediterránea.

Los trabajos a realizar consistirán en muestreos de campo, a realizar durante un año completo, en toda la zona que potencialmente podría ser cubierta en los vuelos de campeo de los Ibis liberados.

Para alcanzar los objetivos propuestos, el área de trabajo y la escala variarán en función de la época reproductora y postreproductora, considerando para la primera un radio de acción de 10 kilómetros desde la posición ocupada por el aviario y para la segunda, un radio de 30 kilómetros.

Otro elemento a analizar es la disponibilidad de probables fuentes de alimentación para el ibis. Para ello, se realizará un muestreo de los invertebrados presentes en el suelo, posibles presa, y en aquellas zonas de vegetación que potencialmente puede seleccionar este ave. Con relación a la vegetación se tomarán los parámetros siguientes: cobertura y altura media de la vegetación. Se hará en las mismas zonas de muestreo donde se localizan los invertebrados y en un radio de 5 metros alrededor de las mismas.

Una vez culminado el trabajo de campo desarrollado durante un año, con los aspectos antes citados, se redactará un documento final que contemplará la evaluación del área de suelta y el punto más apropiado para la instalación del aviario.

Los criterios a tener en cuenta, entre otros, para determinar un área de suelta conveniente vienen determinados por la existencia de áreas de alimentación adecuadas durante todo el año, con una extensión lo suficientemente grande como para soportar una población de, al menos, 200 individuos. El área mínima de hábitat idóneo debe ser de unos 10 kilómetros cuadrados.

De otro lado, los lugares de reproducción y descanso deben contar con la misma disponibilidad que las zonas de alimentación y, además, contar con repisas para la construcción de nidos, que se encuentren protegidas e inaccesibles a personas y libres de cualquier tipo de molestia.

Las zonas de nidificación deben estas sombreadas y protegidas del viento dominante en la zona y, si fuera necesario, se deben mejorar las condiciones de nidificación y disponibilidad de repisas adecuadas. Dentro de estas zonas, además, deben existir puntos de agua.Los criterios seguidos para localizar un lugar óptimo para la ubicación del aviario se centran en la disponibilidad de un área alejada de zonas con presencia humana o con usos intensivos, como poblaciones y grandes obras e infraestructuras.

Además, el lugar que ocupe el aviario debe ser plano y quedar retirado de cualquier masa arbórea. Igualmente, su estructura no formará parte de ningún elemento del medio (por ejemplo, pared rocosa), para evitar el acceso de predadores terrestres.Otros aspectos que se han seleccionado en relación a la ubicación son: la disponibilidad de agua, seguridad y la presencia de cortados rocosos en las proximidades del aviario.

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