La Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible en Almería de la Junta de Andalucía ha puesto coto a la expansión de un voraz insecto que en estos meses de pandemia ha hecho de las suyas en el parque Boticario de la capital, donde ha dejado patente su voracidad secando toda aquella mata que se le ha antojado. Es el Monoxia obesula, que bien podría ser el primo americano del picudo rojo, cuya plaga ha sido dada por controlada por los técnicos de la Administración andaluza, que han puesto fin a su expansión por este pulmón verde, según ha informado la delegada Raquel Espín.

Hay bichos útiles; otros que, aunque no lo sean, poseen cierto atractivo; y hay bichos que son bichos, tanto por su aspecto como por su nocividad. Uno de los insectos que puede acomodarse a esta simple y nada científica última categoría es este Monoxia obesula, un crisomélido de reciente descubrimiento en Norteamérica (1939), que saltó las fronteras aterrizando en Europa para colonizar, en 2014, Cerdeña y luego Malta. Su avance llegó un año después a las Islas Baleares para visitar la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Región de Murcia, en 2017. De ahí, según los registros recogidos por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, de la Junta de Andalucía, se le vio por primera vez en el levante almeriense en 2018, sin despertar demasiada preocupación. Hasta que decidió acampar en el parque Boticario.

Etapas evolutivas de Monoxia obesula

Allí ha hecho de las suyas, convirtiéndolo en la despensa de su hogar y devorando poco a poco ejemplares vegetales hasta que su presencia y expansión fue detectada el pasado mes de noviembre. Al primo americano del picudo –no tiene nombre común– le pirra especialmente la Atriplex halimu, llamada localmente “salao”, una planta arbustiva que tiene un elevado valor ecológico en zonas áridas y que conforman los setos de El Boticario. El Monoxia obesula deseca rápidamente el ejemplar sobre el que se hospeda y estos setos no han podido ser salvados, si bien el estudio de evaluación encargado y las medidas decretadas han atajado la plaga y puesto a resguardo otras especies vegetales que estaban siendo atacadas.