Almería

Llueve dentro de la Asociación

  • La reparación de la cubierta del Mercado de Los Ángeles del año pasado hace aguas

  • De nuevo goteras en la sede vecinal La Palmera

Que la lluvia traspase la cubierta de un inmueble puede acarrear un día de tormento, pero repetir la experiencia cada vez que caen esas cuatro gotas almerienses y durante cuatro años es ya una situación que la Asociación de Vecinos La Palmera del barrio de Los Ángeles califica de "disparate", cansada de la ausencia de una solución definitiva que acabe con las goteras en su centro. Un inmueble municipal, cuyo mantenimiento le corresponde pues al Ayuntamiento de Almería. "Nos llueve, literalmente, dentro de la asociación".

Es el lamento del colectivo vecinal que pronuncia su portavoz, Eusebio Villanueva, quien da cuenta de la infructuosa reparación llevada a cabo el pasado año por el Consistorio, después de varios años de reclamaciones previas para la reparación de la cubierta del edificio, que no es otro que el propio del Mercado de Los Ángeles, cuyo espacio aledaño es ocupado por la Asociación como sede en la que desarrollan múltiples actividades dirigidas especialmente a niños. La reparación no ha servido "para nada".

Lo ha dejado en evidencia la lluvia del pasado mes, pero sobre todo el chaparrón del martes, que ha obligado a los vecinos a sacar de nuevo las palanganas, cubos y fregonas. "Ha sido todo un aguacero dentro de la asociación", describe Villanueva, quien la completa con la pérdida de el mobiliario esencial como sillas y mesas, así como otros materiales, a lo que añade la "humedad" de las paredes y las consecuentes condiciones inadecuadas para impartir unos talleres para niños. "No es el dinero en sí, sino el deterioro del edificio por una dejación total por parte del Ayuntamiento". La Asociación recuerda al respecto que son numerosos los ruegos que ha venido dirigiendo al equipo de gobierno por el estado de la cubierta que, según las declaraciones de Villanueva, en el Ayuntamiento prácticamente todas las áreas con implicación conocen. "Todo se arreglaría simplemente con una trampilla a través de la cual poder acceder a la cubierta para quitar aquello que atasca las tuberías bajantes. Eso vale 300 euros, mientras que llamar a los Bomberos para que accedan cubierta, cada vez que tienen que venir, vale 3.000. Esas obras que cuestan cuatro perras llevamos cuatro años pidiéndolas", reprocha el portavoz vecinal.

La evaluación económica de una solución definitiva es mucho más cuantiosa cuando la calcula el concejal de Servicios Municipales. Aclarando que dicha actuación no correspondería a su departamento, indica que la brigada de mantenimiento está ya avisada de este nuevo incidente, si bien estima que "es necesario reformar el tejado y dimensionar las bajantes, lo que supondría un coste cercano a los 400.000 euros".

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