Almería

Margen de deuda para evitar la asfixia de las arcas municipales

  • La mayoría de los alcaldes secunda la propuesta de la Federación Andaluza de Municipios para ampliar el endeudamiento en 2011 tras la limitación del Gobierno

La crisis ha provocado que la gestión de las arcas de los ayuntamientos sea un auténtico quebradero de cabeza para alcaldes y concejales. La deuda que acucia a numerosos consistorios almerienses ha suscitado que el asunto de la financiación local haya saltado también a la palestra estatal y al Gobierno central. El Ejecutivo de Zapatero anunció el pasado 5 de julio una limitación del endeudamiento municipal y estableció un plazo máximo hasta el 31 de diciembre para pedir los últimos créditos de subsistencia de los ayuntamientos.

Las reacciones de los entes locales no tardaron en llegar. Primero a través de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias que no ve con buenos ojos este cierre del grifo de préstamos a ayuntamientos. La Diputación Provincial de Almería ratificó la decisión de la FAMP para que los ayuntamientos puedan seguir pidiendo créditos para inversiones.

La última propuesta de los representantes de municipios andaluces es la petición de un plan de saneamiento estatal para sacar del pozo a muchos ayuntamientos. Este programa sería individual, similar al que se aplicó en la Transición con Adolfo Suárez para socorrer a los municipios refinanciando su deuda.

Los alcaldes almerienses ven con buenos ojos esta propuesta de seguir pidiendo préstamos en 2011. El regente de Chirivel, Cristóbal Aránega, asegura que le parece bien esta petición de la FAMP "porque todos los ayuntamientos estamos asfixiados vivos y si un consistorio tiene avales para pedir créditos no está mal que lo solicite". El alcalde del municipio de Los Vélez comenta que "el remanente que arrastra su pueblo es de 800.000 euros y no es preocupante, pero si no pedimos préstamos no pararía de sonar el teléfono con llamadas de proveedores".

La alcaldesa de Antas, Isabel Belmonte, se muestra más tajante. "Se necesita una regulación de las leyes para que los ayuntamientos recibamos más dinero porque somos la administración más cercana al ciudadano", asevera Belmonte.

La alcaldesa de Bayarque, Ángeles Miralles, vive más alejada de estas preocupaciones porque "nosotros gastamos lo que tenemos". Con un presupuesto de 200.000 euros, su deuda sólo asciende a 60.000 euros a pagar durante siete años para financiar un solar. Aún así, Miralles ve positiva esta medida "porque podríamos seguir disponiendo de dinero para invertir".

Más cauto se muestra el regente de Benahadux, Juan Jiménez, que considera que un ayuntamiento debe ser como una familia que tiene que gestionar muy bien su presupuesto. "Nosotros no necesitamos esta medida porque aún nos queda mucha capacidad de endeudamiento, pero estoy seguro de que tiene que haber un límite porque los gastos hay que intentar controlarlos", comenta Jiménez. El regente benaducense manifiesta que "hay que crecer a un ritmo adecuado a la población porque por ejemplo nosotros no tenemos pabellón ni teatro, pero vamos planificando poco a poco para no ahogarnos y gastamos de acuerdo a nuestras posibilidades".

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