El día 18 de este mes se estrena en los cines de toda España la película La mitad de Óscar. Sin embargo, ayer los periodistas de Almería por la mañana y el público por la noche pudieron ver la película de Manuel Martín Cuenca.

Por la mañana en Diputación, el presidente de la institución, Juan Carlos Usero se mostró muy contento con la presentación del preestreno de La mitad de Óscar, cinta dirigida por el almeriense Manuel Martín Cuenca.

El presidente de la institución provincial recordaba que "cuando el proyecto nos llegó vimos algo muy peculiar lo cual nos hizo tomar la decisión firme de apoyarlo. La peculiaridad era que el rodaje íntegro se iba a realizar en la provincia y además este rodaje supondría un hito dentro del cine en Almería, ya que por primera vez una productora almeriense y un director almeriense iba a firmar un largometraje de ficción completo dentro de nuestra provincia".

El compromiso de patrocinio de la Diputación hará que la película de Martín Cuenca llegue a muchos almerienses. "Estamos haciendo un programa desde el área de Cultura para proyectar la película en distintos municipios menores de 20.000 habitantes, donde irá personalmente el director, Martín Cuenca.

"Los fondos cinematográficos de la Diputación aumentarán con una copia de 35 milímetros de este largometraje, del que además contamos con los derechos de exhibición para circuitos culturales dentro de la provincia. Para los amantes del cine y los investigadores, la Diputación tiene en su haber los guiones originales, con anotaciones que han sido realizadas por el director de La Mitad de Óscar para su conservación", explicó Usero.

El cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca recordaba ayer que "una de las cosas más hermosas que yo tuve en el rodaje fue encontrarnos que mucha gente nos ayudaba y colaboraba. Eso ha hecho posible la película y es muy importante recordarlo. Estoy especialmente contento de preestrenar esta película en Almería. Ha sido como un reencuentro con la provincia, y un reencuentro muy emocional".

El cineasta en la comparecencia ante la prensa ayer en Diputación subrayaba que "la naturaleza de la historia que cuenta la película exigía un tipo de puesta en escena. De alguna manera la película no cuenta la historia entre dos personajes, sino las huellas de esa historia. Es una película que se fija en cosas que no se fijan otras películas. Trata de contar los rastros de lo que ocurrió y que el espectador vaya encajando esos rastros".

"En ningún momento he querido caer en el sentimentalismo del que huía absolutamente en esta película, y de lo melodramático, por eso la ausencia de música, una puesta en escena tan minimalista, tan contenida. Todo eso para huir de ese punto melodramático, para que no se convirtiera en una historia intensa.

Martín Cuenca hablaba sobre el producto final. "Es la película que yo quería hacer y la propia película me ha sorprendido. Hemos encontrado muchas cosas rodándola. El guión de una película no es una cosa fija, es un mapa. Estoy feliz de esta película, porque si es el cine que yo quería explorar"

Manuel Martínez Roca, agricultor de Alhama, que fue escogido en un casting, confesó que "no sé lo que tengo par que se haya fijado en mi. Todos los compañeros han sido muy buenos".

Verónica Echegui explicaba que "esta película para mi fue como un seminario intensivo de interpretación y por otro, yo empecé desde un lugar mas externo, porque no sabia muy bien como hacerlo. Con Manuel hicimos mucho trabajo de improvisaciones. Nos trajo a Almería, nos habló de los paisajes, nos introdujo en la historia de una manera muy mágica".

La bellísima actriz Verónica Echegui dijo que "la película me ha servido para aprender muchísimo, ya que trabajar con Manuel ha sido un lujo. Hoy puedo decir que Manuel Martín es el mejor director de actores que he conocido". "Todo el miedo que me daba el proyecto al principio, enseguida se evaporó porque Manuel me da seguridad y tranquilidad", apuntó.

Rodrigo Sáenz de Heredia confesaba que "esta película para mi ha sido un regalo, por conocer Almería. He disfrutado mucho porque no conocía esta tierra, ahora ya la conozco mucho mejor". "Ha sido todo alucinante, y trabajar con Manuel al que yo admiraba ha sido maravilloso. El papel no es fácil, y en principio estaba acojonado cuando me lo planteó, pero luego en sus manos me sentí muy bien, porque hablamos el mismo idioma en el mundo del cine".

Mientras tanto, Manuel Martínez ayer comentó algunas anécdotas del rodaje. Sin duda, este alhameño ilustre se ha convertido en todo un personaje. "El ajo que nos comimos en el rodaje estaba malísimo. No podíamos comerlo", bromeaba ayer.