El uso de la mascarilla es espacios abiertos y cerrados es obligatorio ya en toda España. Madrid fue la última comunidad autónoma que aprobó esta medida y lo hizo como método de barrera ante los nuevos rebrotes que se están produciendo en toda la geografía nacional.
Sin embargo, esta práctica incluye algunas excepciones. Así, quien practique deporte en la calle no estará obligado a usarla durante su entrenamiento, en la playa cuando se está en el mar dándose un baño tampoco hay que llevarla, ni en los bares cuando se está sentado en la terraza.
La utilización de este elemento de protección ante la propagación del virus está dando lugar a muchas preguntas y situaciones confusas. Así, en los locales de hostelería es posible estar sin mascarilla mientras se está comiendo o tomando una copa, pero los camareros sí tienen que llevarla. Además, hay quien se plantea por qué es obligatorio llevarla puesta cuando se va caminando por espacios abiertos si no hay contacto físico con otras personas o se puede guardar la distancia de seguridad.
En cualquier caso, el uso generalizado de las mascarillas por parte de la población es un hecho constatable, aunque en los medios sean habituales las noticias sobre comportamientos indebidos. En los últimos meses nos hemos acostumbrado a no salir de casa sin mascarilla, pero todavía hoy hay quien se pregunta por la idoneidad de este producto y sobre cuándo es apropiado usar mascarillas desechables y cuándo reutilizables.
Desechables y reutilizables, lo importante es su eficacia
Las mascarillas pueden ser de diversos tipos, si bien las más comunes son las higiénicas y las quirúrgicas. Las higiénicas no son un producto sanitario, pero sí ofrecen protección. Estas pueden ser desechables o reutilizables. Si son reutilizables, el fabricante debe indicar el número máximo de lavados.
Una vez superado el número máximo de lavados la eficacia deja de ser tan alta. Otra opción son las mascarillas no reutilizables, que por comodidad e higiene no han de utilizarse de manera continuada por más de cuatro horas.
La tipología de cada mascarilla está determinada por una normativa de calidad a nivel europeo. El uso de unas u otras mascarillas queda en un segundo plano, pues lo realmente importante es cómo es ese uso. Así, si las mascarillas son reutilizables, habrá que lavarlas y desinfectarlas correctamente, como indica el fabricante.
En el caso de las mascarillas desechables, si su uso continuado es de cuatro horas, la opción para que sigan siendo útiles si no ha pasado ese tiempo es guardarlas en un sobre cerrado o en una bolsa con cierre hermético, para que no tenga contacto con el ambiente. Las reutilizables se pueden lavar y desinfectar con un detergente normal y una temperatura entre 60 y 90 grados. Otra opción es sumergirlas en una solución con 20 ml de lejía y completar hasta un litro con agua tibia, dejarlas allí durante 30 minutos, lavar, aclarar y dejar secar.
Las mascarillas, a la moda
Usar mascarilla se ha convertido en una obligación, pero esto no impide que no pueda ser una práctica original e incluso divertida. Muchas empresas han visto una oportunidad de negocio en el diseño de estos productos. Así, los usuarios pueden comprar mascarillas de colores que combinen con su “look” y den un poco de alegría a la situación.
En el mercado encontramos productos para todos los gustos, desde las mascarillas sanitarias reutilizables con diseños de todo tipo hasta las habituales mascarillas quirúrgicas pero con capas exteriores de colores, e incluso con motivos de camuflaje. Como vemos, hay opciones para todos los gustos, incluso las propias mascarillas de tela, que son productos no eficaces para evitar la propagación del virus, incluyen una abertura interior para introducir el filtro, ese sí, protector de las exhalaciones.
Las opciones con este elemento de protección son muy numerosas: las higiénicas, las sanitarias, las FFP1, FFP2 y FFP3… la clave está en hacer un buen uso de ellas y no generar la falsa sensación de protección.
Evitar la propagación del virus, una tarea que involucra a la población y las administraciones
La población en términos generales está mostrando mucha solidaridad y se está comportando de manera muy cívica ante las restricciones de movimiento, la necesidad de utilizar mascarillas,mantener la distancia de seguridad y las labores de higiene y desinfección.
Esa tarea está teniendo su réplica por parte de las administraciones. Todas ellas ponen de su parte para salir de esta situación cuanto antes y evitar males mayores. Así, las medidas preventivas COVID19 del Ayuntamiento de Almería afectan a todas las áreas de su competencia, desde urbanismo e infraestructuras hasta el mantenimiento de la vía pública, el uso de espacios de ocio y descanso, la movilidad y la seguridad o la sostenibilidad ambiental, entre otras.
Quedan unos meses duros para dejar atrás esta pandemia. No sabemos aun cuándo se obtendrá una vacuna definitiva y esta sea viable para la población. Mientras tanto, habrá que seguir armándose de paciencia y tratar de darle un toque de alegría a esta nueva normalidad con, por ejemplo, las mascarillas personalizadas y de colores.
