La Mesa en Defensa del Ferrocarril ha vuelto cargada de apuntes. Y dardos. Y el primero de ellos se lo lanza al actual proyecto de soterramiento de las vías del tren, comprendido hasta la Avenida del Mediterráneo. José Antonio Gázquez, miembro de la plataforma y profesor de la Universidad de Almería, ha apuntado durante un encuentro con los medios que, según la normativa vigente en España, "que además tiene carácter europeo", es preciso disponer de un mínimo de 831 metros de vías en alineación recta para construir una estación.

Señala que así se recoge en el propio manual de ingeniería de Adif y precisa que es necesaria una nivelación menor a las dos milésimas porque "la rampa o pendiente podría perder freno".

"Si hacemos cuentas, ahora mismo desde el puente de la avenida del Mediterráneo hasta las toperas hay unos 875 metros (...) si a la salida del puente establecemos una trinchera, la pendiente mínima es de 20 milésimas, es decir del 2%. Si además quitamos 134 metros que se perderían al abrir la calle de La Marina, nos queda una longitud de vía de 375 metros, muy lejos de los 831", ha señalado.

Considera que no se puede realizar dicha apertura en la calle de La Marina, sino "continuar la vía hasta donde está e incluso prolongarla un poco más allá de las toperas y comerse parte de los jardines que se levantaron sobre los terrenos cedidos por Adif al Ayuntamiento".

Añade que tampoco sería necesario derribar el puente y construir una rotonda en la que confluirían una vía con cuatro carriles y otra con dos, por los problemas de tráfico que generaría.

En cuanto a 'hundir' la estación de autobuses, José Carlos Tejada, portavoz de la Mesa, explica que soterrarla podría acarrear problemas por el nivel freático del agua al encontrarse demasiado cerca del mar.

Por otro lado, el portavoz de la plataforma, José Carlos Tejada, ha dicho que la Mesa del Ferrocarril ha "puesto el contador a cero" con el nuevo Gobierno, pero ha señalado que ya ha pedido una reunión con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Entre ellos, la recuperación de la plataforma doble del Corredor Mediterráneo entre Pulpí (Almería) y la capital almeriense; actuar en la línea convencional "cada vez más deteriorada"; la construcción de un "bypass ferroviario" a partir del soterramiento del paso a nivel de El Puche en Almería, y el rechazo de este colectivo del traslado temporal de la estación a Huércal de Almería.