Después de los muchos vaivenes en estos últimos meses sobre si estaba o no fuera de juego, el propio Miguel Cazorla ha confirmado en rueda de prensa que, finalmente, es el candidato a la Alcaldía por Almería de Ciudadanos, partido desde donde “jamás nadie ha puesto en duda la confianza” sobre su persona.

Son las palabras del actual portavoz municipal de la formación naranja en el Ayuntamiento de Almería y ahora aspirante confirmado a la Alcaldía de la ciudad ha empleado para dar por zanjada esta “etapa de especulaciones”, haciendo referencia a una de las “máximas” que, asegura, rige su vida: “Jamás me han gustado los rumores ni los chismorreos; no construyen y te gastan energía para lo que es verdaderamente importante y, en este caso, es la ciudad”, a lo que añadía que la “confianza” de su partido sobre su persona “nunca se ha negado, siempre ha estado ahí”.

No obstante, los dimes y diretes con publicaciones sucesivas en prensa contradictorias, las ha vivido “con suma tranquilidad y en paz”, y ahora, con esa “confianza que nunca se me ha negado”, repite como candidato a la Alcaldía con “un proyecto de ciudad y programa completo y sólido, y con el mejor grupo de personas” con el que, según expresó, “plantará cara a los incumplimientos, desidia y pasividad” del actual equipo de gobierno del Partido Popular, de “pies –dijo– arrastrados”.

Miguel Cazorla y Rafa Burgos, durante una sesión plenaria en el Ayuntamiento de la capital

Enumera Cazorla algunos de los “logros” del Grupo Municipal de Ciudadanos a lo largo de esta legislatura, de la que resume haber liderado una “oposición constructiva y responsable, y siempre fiscalizadora” con el hito, quiso destacar, de “haber conseguido que se hagan cosas en la ciudad desde la oposición”, poniendo como ejemplos, entre otros, el Plan Estratégico de Almería, la bajada de impuestos como el de la contribución, la devolución de las plusvalías cobradas de forma indebida, una mayor transparencia en la gestión municipal o la atención de necesidades básicas en los barrios al objeto de eliminar desigualdades territoriales.

El trabajo de cuatro años le aporta “ideas muy claras de las necesidades de la ciudad” y las iniciativas a emprender para hacer de “Almería una capital moderna, dinámica y generadora de empleo”, acabando, como aspira, con el “bipartidismo” cuya consecuencia, añadió a su discurso, “ha sido 40 años de olvido de Almería”, sin Alta Velocidad, sin el soterramiento del tren y con líneas convencionales “de vergüenza y bochornosas”.