Dos biografías muy dispares en cuanto a fechas, circunstancias y profesiones ocupan las páginas del pueblo que da nombre a la comarca del altiplano que nos comunica con la provincia de Granada y es cabecera del río que tras regar feraces vegas desemboca en el AndaraxDos biografías muy dispares en cuanto a fechas, circunstancias y profesiones ocupan las páginas del pueblo que da nombre a la comarca del altiplano que nos comunica con la provincia de Granada y es cabecera del río que tras regar feraces vegas desemboca en el Andarax.

Daniel González García (1857-San Fernando, Cádiz, 1934), general de Artillería de la Armada. Pese a su origen en Nacimiento, el militar estuvo muy ligado a Canjáyar por línea paterna “e integrante de la saga González que recalará después en Almeria”. Su primo José González Canet fue un rico hacendado rural y urbano, senador del Reino y propietario de la plaza de toros de la capital. Según señala el libro <Canjáyar> (IEA, 2017), realizó una brillante carrera que le permitió llegar a general de Brigada antes de cumplir los 52 años. Su formación científica le hizo figurar asimismo al frente de la fabricación artillera nacional para la Marina de Guerra, a finales del siglo XIX y dirigir la Escuela de Artillería de la Armada, en San Fernando. Ello le llevó a frecuentar otros países al objeto de conocer las novedades armamentísticas. No obstante, solía regresar cuando podía a su querida Canjáyar, lugar de recuerdos de niño. Por ello, en 1918 su ayuntamiento le concedió el título de Hijo Adoptivo y le dio el nombre de una calle. Además de conseguir en 1929 del rey Alfonso XIII que se le concediera el tratamiento de Ilustrísimo al Consistorio canjilón.

Durante la guerra civil el hermoso y céntrico inmueble de su propiedad fue requisado y vendido al Municipio por sus hijas, Emilia y Carmen González Casaux, quienes había perdido el contacto con el pueblo. Se reconvirtió en escuela pública y casa de maestros. Tapia Garrido añade en <Almería hombre a hombre>:

Al volver de Francia instaló en el arsenal de La Carraca (Cádiz) unos talleres para el montaje de cañones, lo que repetirá en los astilleros bilbaínos de Nervión que dotarían a distintos cruceros y acorazados. Como teniente coronel formó parte de la Comisión de Europa, permaneciendo tres años en Londres. Daniel González disponía de varias cruces, medallas y condecoraciones.

Juventud e ilusión

Santiago Polo: catedrático del balompié

Dicen que el fútbol no tiene memoria. Algunos futbolistas son venerados como auténticos reyes durante su vida deportiva -sea esta más o menos larga- y tras colgar las botas caen en la desmemoria. Los éxitos o los fracasos posteriores parecen hacer olvidar a los aficionados las etapas anteriores. La grandeza de un ascenso, la alegría por un título, la dificultad de cualquier victoria. Aspectos que se valoran en el momento, pero que tienden a quedar arrinconados en nuestra mente con el discurrir de los años.

La historia futbolística de Almería está plagada de altibajos. La camisola rojiblanca que representa a nuestra ciudad, con unas siglas u otras grabadas en el corazón, ha pasado por todas las categorías. Se ha hecho grande en los campos de Preferente hasta ascender a la Primera División nacional. Las barras rojas y blancas insertas en la cruz de San Jorge han sido vestidas por centenares de futbolistas; lo que han supuesto el germen de la actual Unión Deportiva almeriense. Sería injusto personalizar porque todos han dado lo mejor de sí mismos en el campo [y lo siguen dando], pero el 30 de mayo de 2013 se cumplieron once años de la muerte de uno de los mejores exponentes de lo que representa el fútbol almeriense: Salustiano Polo Lázaro. Tenía solo 51 años. Los aficionados de su época lo recuerdan pidiendo el balón pegado a la banda del estadio <Franco Navarro>, haciendo un regate para poner con precisión un centro al corazón del área, celebrando ante el Castellón aquel primer histórico ascenso a Primera.

Con el mítico Juanito

Polo -su nombre futbolístico- vio la luz un 24 de octubre de 1952, en esta villa de Nacimiento. Casado con Isabel, fue padre de cuatro hijos: Roberto, Mario, Alberto e Isaac- Sus primeros pasos con un balón los dio en el C.D. San Antonio, equipo que sería su trampolín hacia el fichaje por el Real Madrid. Con el club matritense se proclamó campeón de España juvenil y, militando en el Castilla, jugó partidos con el primer equipo en la Copa del Generalísimo.

Cádiz, Getafe y Burgos -donde coincide con jugadores de renombre como Migueli o Juanito- fueron sus siguientes estancias antes de coger el tren que lo llevaría de vuelta a su tierra. En Almería, Salustiano Polo estaba obligado a triunfar. Y lo hizo a partir de la temporada 1975/76, debutando ante el Melilla con gol incluido. De la mano de la Agrupación Deportiva, pasó de la Segunda División B a Primera. Un éxito sin precedentes en el balompié provincial. Sin embargo, la felicidad es efímera. Polo tuvo que emigrar y aquella Agrupación acabó condenada a muerte por las deudas. Obtuvo ascensos en Linarejos y Los Cármenes, antes de decir adiós al fútbol en 1984 en El Ejido. Polo escogió un equipo de su tierra para colgar las botas…Junto a Juan Rojas y muchos más, está en los altares del balompié local. “Un gran futbolista que nunca tuvo la suerte y continuidad que merecía” (Diario de Almería, varias fechas).