Religión

El Obispo de Almería clausura los actos del 75 aniversario del Silencio

  • El Hermano Mayor de la Cofradía de la Esperanza Macarena, Adrián Martínez Carretero, hizo entrega al Hermano Mayor del Silencio, Juan José Benavides Real, de un detalle piadoso

Un momento del acto religioso.

Un momento del acto religioso.

A las doce horas, tras el Ángelus, en la festividad litúrgica de la Santísima Trinidad, dio comienzo en la Iglesia parroquial de San Agustín, antiguo convento de la Orden Franciscana Menor, la Santa Misa de Acción de Gracias con motivo de la clausura de los actos pastorales del 75 aniversario fundacional de la Real, Ilustre y Franciscana Cofradía del Silencio, cuya ceremonia religiosa ha sido presidida por Monseñor Antonio Gómez Cantero, Obispo diocesano de Almería, quien ha ocupado la Sagrada Cátedra y predicando la Palabra de Dios, estando acompañado el Prelado en el Altar Mayor con los presbíteros Rvdo. cura-párroco José Juan Alarcón Ruiz y el Rvdo. José Agis Marín, así como, del cuerpo de acólitos con el pertiguero, portadores de ciriales, incienso y cruz parroquial.

Desde el ambón del presbiterio, Monseñor Gómez Cantero, ha tomado la palabra para explicar las Lecturas y el Evangelio leído en el día de hoy con motivo de la Santísima Trinidad, manifestando, que es el Misterio más fundamental de todos los misterios cristianos, al ser Dios una Trinidad de Persona: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Aunque no nos desvela la Palabra de Dios la profundidad inalcanzable para la inteligencia humana de la vida íntima de Dios uno en naturaleza y trino en personas. Pero sí hace la Palabra de Dios es indicarnos como debemos de vivir según nuestra condición de hijos de Dios, de hermanos en Cristo y templos vivos del Espíritu Santo.

Durante el sermón del Obispo Gómez Cantero ha querido instar, desde la sencillez oratoria y con una inmensa humildad y bondad, a esta corporación penitencial que cumple su 75 aniversario fundacional, al igual, que mañana, día de San Antonio de Padua, la erección canónica de esta iglesia parroquial, en ambos casos por la autoridad eclesiástica, que las actuaciones pastorales y de apostolado deben de realizarse en comunidad y con alegría en concurrencia con la comunión eclesial, de tal forma, que al igual que cuando se realiza la Estación de Penitencia el Jueves Santo y hace unos días, la procesión extraordinaria de alabanza de la Virgen del Consuelo, todos y cada uno de nosotros nos corresponde hacer presentes y visibles a Dios Padre y a su Hijo, renovándonos y purificándonos continuamente, bajo la guía del Espíritu Santo.

Ha concluido la homilía el Prelado, exhortando que, en breves palabras, tanto las Lecturas como el Santo Evangelio, vienen a resumirse en un solo mensaje: que Dios nos ama. Y así nos enseñó que, cuando rezáramos, lo hiciéramos diciendo “Padre nuestro…”, haciéndose Dios solidario del hombre con Jesús de Nazaret y estando siempre con nosotros por medio del Espíritu Santo. No debemos de olvidar que nuestro apostolado siempre debe de realizarse en comunidad por ser ejemplo y modelo de unidad de la Santísima Trinidad.

A continuación, prosiguió la Santa Misa con los cánticos del cuarteto de voces Anacrusa que habían elegido un repertorio cimentado en clásicos muy populares de la música sacra, propio de este momento litúrgico, hasta llegar a la Salve, interpretándose ante su capilla por los cofrades y feligreses el himno propio de la Virgen del Consuelo.

El Hermano Mayor de la Cofradía de la Esperanza Macarena, Adrián Martínez Carretero, hizo entrega al Hermano Mayor del Silencio, Juan José Benavides Real, de un detalle piadoso – pectoral- para ser portado en su amoroso pecho por la dolorosa bajo palio de la Virgen del Consuelo. Asimismo, el Hermano Mayor Benavides Real agradeció la presencia del Sr. Obispo en este día de vital importancia para la historia viva de esta corporación cofrade, haciéndole entrega de un presente por el gesto pastoral de su presencia ante una elevada agenda de actuales compromisos que requieren al Obispo en todas las celebraciones cívico-religiosas.

Destacar las palabras emotivas para finalizar la ceremonia religiosa por parte de Juan José Benavides Real, cuyo tío Don Rafael López Lupiáñez, q.e.p.d., le decía “Desde que te levantas hasta que te acuestas tienes que hacer Iglesia y, cuando duermas, también”, y a eso se seguirá dedicando la Cofradía del Silencio a realizar Iglesia, porque hacer Iglesia es hacer Amor.

Antes de despedirse, un grupo de niños de comunión de la parroquia dirigidos por la catequista María Ángeles Casimiro, le han hecho entrega al Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de las fichas de las catequesis que han realizado en estos días, así como, posteriormente, el Sr. Obispo ha estampado su firma episcopal en el Libro de Honor de la Cofradía.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios