La teniente alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera, ha comprobado el avance de las obras que se están acometiendo de forma paralela en El Solanillo y Las Colinas, con el objetivo de solucionar los problemas de acumulación de aguas en dos sitios concretos del municipio.

En la primera de ellas, el propio diseño de la barriada roquetera hacía que, en días de lluvia, el agua se acumulara en la confluencia entre las calles Marchena y Bailén "lo que provocaba que llegara incluso a las viviendas cercanas", explica Cabrera. Por ello, el Área de Gestión de la Ciudad ha acometido la construcción de un arquetón-imbornal de iguales dimensiones y características al ya existente en la zona, por lo que duplica su capacidad, así como un nuevo colector de pluviales.

Una actuación que ya se ha finalizado en El Solanillo, tal y como ha podido comprobar la teniente alcalde. "Poco a poco vamos solucionando cada uno de los puntos donde existen problemas en los días de lluvia con pequeñas actuaciones como ésta y también con las importantes inversiones que suponen la construcción de las balsas de tormentas, que también se están acometiendo", explica Cabrera.

Por otro lado, la reparación del muro de la calle José Molina, en el barrio de Las Colinas de Aguadulce, se encuentra también muy avanzada. "Se trata de una calle con pendiente que arrastraba el agua hasta el fondo y donde hubo un problema en las últimas lluvias", aclara la edil. "El Ayuntamiento tramitó por urgencia la reparación del muro pero también la mejora de todo el sistema de drenaje de la calle", añade.

En esta actuación, que se encuentra a punto de finalizar, se ha procedido a la construcción de un nuevo muro de cinco metros que da seguridad a la zona, así como a un mayor número de imbornales a lo largo de la calle, "para terminar la obra con el asfaltado de esta vía y culminar así la mejora de toda la zona que rodea al nuevo parque de Las Colinas", mantiene la teniente alcalde de Roquetas de Mar.