Después de una resaca electoral en la provincia en la que sólo los vencedores han hecho balance porque, como decía Napoleón, la derrota es huérfana, los asesores y estrategas de los partidos en la provincia se han puesto a echar cuentas con las calculadoras. Los alcaldes y concejales extrapolan los resultados de las generales para ver si mantienen gobierno, en solitario o con el respaldo de otras formaciones, o si dan paso a la oposición, mientras que los aparatos provinciales de PSOE y PP analizan el impacto del 28 de abril almeriense en la futura composición de la Diputación.

El PSOE sería la fuerza más votada en tres de los cuatro partidos judiciales y Vox ganaría en el de Berja

La aritmética de los votos del domingo, fruto del análisis de las votaciones en los cuatro partidos judiciales (Almería, Vera, Berja y Huércal-Overa) arroja un nuevo decorado muy distinto al actual, si bien los populares lograrían la presidencia a través de pactos de centro-derecha, ya sea con Vox o Ciudadanos. El PSOE tendría hoy 9 diputados provinciales, 7 del PP, 5 de Vox, 5 de Ciudadanos y 1 para Podemos. Y sería así en su peor escenario, porque de cara a las municipales los dos partidos que han mermado su granero de votos, Cs y Vox, sólo concurren en un tercio de los 103 pueblos de la provincia.

En las elecciones municipales de 2015 el PP consiguió ganar en los cuatro partidos judiciales con un total de 15 diputados frente a los 10 del PSOE y uno de Izquierda Unida y Ciudadanos. En aquella ocasión fue claro dominador de los partidos judiciales de Berja y Almería y el desenlace resultó más ajustado en los de Huércal-Overa y Vera. En la actualidad el PSOE habría ganado en tres de los cuatro, siendo Vox la fuerza con mayor respaldo y actas en la comarca del Poniente.

En el de Almería el reparto de la extrapolación del resultado de las generales daría 5 diputados al PSOE, 4 a PP, 3 a Ciudadanos, 3 a Vox y 1 a Podemos. En el de Vera sería 2 PSOE y 1 PP. En Huércal-Overa habría empate a uno entre los dos partidos tradicionales. Y en el de Berja 2 para Vox y luego 1 para PSOE, PP y Ciudadanos. En total 27 actas que dejarían la Diputación en bandeja para el PP ante una posible alianza con la formación que preside Santiago Abascal a la que van a buscar a la hora de pactar en cuatro de los principales municipios: El Ejido, Níjar, Adra y Roquetas.

Ciudadanos y Vox no se presentan en un tercio de los municipios, lo que mermaría su respaldo electoral en un 10 y 17% respectivamente

Es más, la mayoría suficiente requiere de un tripartito de gobierno, algo que se complicaría para el PSOE al tener que sentar en su acuerdo a Ciudadanos con la confluencia de izquierdas. Pero hay una letra pequeña que resta fuerza a esta hipotética configuración fruto de la extrapolación de sufragios del 28 de abril que condicionará el resultado. En los comicios del 26 de mayo, al no tener candidatura en casi dos tercios de la geografía provincial, Vox perdería en torno a 10.525 votos y bajaría casi un 17%. El retroceso de Ciudadanos sería de 5.763 papeletas, diez puntos en el cómputo general y es muy probable que se queden fuera del reparto de los cuatro diputados del partido judicial del Poniente.

Datos interesantes y llamativos teniendo en cuenta que el PSOE ha ganado en 83 municipios de los 103 que tiene la provincia, conquistando bastiones históricos del PP, y que los populares se han dejado 20 puntos y más de 58.000 votos. El desequilibrio entre los bloques ideológicos de centro-derecha e izquierda en el Congreso ha sido de 4 diputados frente a 2. Será un factor a tener en cuenta a la hora de fijar alianzas. De momento, el vértigo demoscópico aprieta a más de un alcalde en apuros.