Almería

Paseo a dos ruedas entre cenizas

  • Tras el incendio que arrasó cerca de 3.200 hectáreas en la Sierra de Gádor, un club ciclista recorre el popular sendero del Barranco de los Cazadores, ahora devastado

Hasta hace algo más de una semana era una de las rutas senderistas en bicicleta y a pie más transitadas en la Sierra de Gádor, la del Barranco de los Cazadores, dentro del término municipal de Alhama de Almería. Ahora ya no es ni la sombra de lo que fue. El fuego acabó casi por completo con ella hace ahora diez días. "Es un paisaje desolador en el que por encima de todo impera el silencio y un intenso olor a cenizas mezcladas con agua que se te impregna en la ropa", explica a este periódico Francisco Rodríguez, uno de los integrantes del Club Ciclista Ruedancha que participó hace unos días en una ruta en bicicleta de montaña para conocer en qué estado ha quedado esta parte de la Sierra de Gádor.

Y las sensaciones son agridulces. Tal y como informó el Infoca hace unos días, el incendio que se originó en el conocido paraje de Gatuna, ha arrasado un total de 3.169 hectáreas de las que 3.038 hectáreas se corresponden con suelo de matorral y 130,69 de arbolado. Y es esta última cifra la que se refleja con dureza en la mente de los integrantes del Club Ciclista Ruedancha. "Apenas hay pinos. Hay zonas en las que han desaparecido por completo. Y en otras, por suerte, el fuego debido a los fuertes vientos solo arrasó la parte baja y no calcinó las copas ni los troncos", apunta Rodríguez.

Esa zona, la del Servalillo, es de las más afortunadas. No corre mejor suerte la zona central de la ruta del Barranco de los Cazadores, señalizado por la Diputación Provincial hace no mucho. "Las sensaciones son muy negativas. En nuestro pulmón de Alhama y primer bosque mediterráneo de pinos apenas quedan ejemplares y el suelo está literalmente carbonizado, incluso en algunos puntos después de las lluvias de estos días todavía sale humo", explica este ciclista que también tiene buenas noticias porque "en algunos tramos muchos pinos se han salvado y reverdecen con todo el esplendor que anteriormente gozaba esta zona forestal".

Lo peor aún está por llegar. Los integrantes de la expedición prosiguen su ruta por el Camino de La Puente y ahora seguir el sendero entro el pinar es más fácil porque "las sendas son amarillentas mientras el resto del monte es negro azabache". Es en ese momento cuando pedaleando llegan a la zona más afectada, el Paraje de la Mesa y el Tajo del Cuchillo. "No queda nada. Solo hay una gran mancha negra a nuestra izquierda y a nuestra derecha. Nos sorprende muchísimo el silencio. No se oyen pájaros en toda la zona. Todo está devastado", apunta. La vida rebrota en puntos aislados, en pequeños islotes de pinos que se salvaron de la quema. "Allí si hay más vida y se escuchan los pájaros".

El recorrido continúa de nuevo dirección a el Servalillo y los pinos vuelven a hacer acto de presencia. La devastación va quedando atrás pero el olor a humo y el tizne en la ropa de los ciclistas les recuerda que ya nada es como antes. Que los miles de pinos que hasta hace unas semanas se convertían en todo un reclamo para los amantes de la naturaleza ahora son historia. Que las generaciones de alhameños que en los años 50 y 60 se afanaron en repoblar el monte con su sudor y su esfuerzo ahora se han quedado sin nada. "Los sentimientos son dispares. Estamos tristes por todo lo que hemos perdido y contentos a la vez por todo lo que se ha conseguido salvar", concluye Rodríguez.

Y en esa línea, en la de intentar recobrar un paisaje natural inigualable y punto de encuentro para muchos amantes del senderismo, se encuentra ya trabajando el Ayuntamiento de Alhama de Almería. Su alcalde, Cristóbal Rodríguez, anunciaba este pasado miércoles que la Corporación Municipal llevará a pleno la próxima semana una petición para que se declare zona catastrófica el área afectada por el incendio.

El regidor ha mostrado su "preocupación" por la situación en la que ha quedado la sierra tras la extinción del incendio el pasado domingo, ya que el paisaje, que supone un importante recurso turístico para la zona, ha resultado gravemente dañado para la práctica del senderismo y la observación del medio ambiente. Algo que los integrantes del Club Ciclista Ruedancha corroboran.

Por esta razón, el Ayuntamiento ya ha establecido contactos para solicitar colaboración a las administraciones con el objetivo de revitalizar el monte y se ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la posibilidad de ejecutar un plan de choque para la limpieza de los suelos afectados y la reforestación de las áreas dañadas. Igualmente, se ha dirigido una carta al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para pedir colaboración en la repoblación forestal de la zona.

El primer edil alhameño ha precisado que también se ha trasladado a la Diputación Provincial la situación en la que ha quedado a la zona con el fin de establecer lazos de colaboración. "Esto es un pueblo pequeño y nuestros recursos están muy limitados", asegura.

Mientras las administraciones se ponen en marcha, el sentimiento de muchos alhameños de ayudar en las labores de reforestación es palpable. Sesenta años después, la tercera generación de los primeros repobladores pueden volver al monte para dotarlo nuevamente de vida, de savia nueva, de esos vastos bosques de pinos, seña de identidad de Alhama. Toca volver a empezar.

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