Almería

Pescadería en pie de guerra por la falta de solución a los cortes de luz

  • Vecinos del barrio convocan una manifestación el viernes a las ocho de la tarde

  • Algunos afectados contabilizan en agosto una quincena de interrupciones

Vecinos integrados en la plataforma de afectados por los cortes de luz muestran las facturas abonadas en los últimos meses.

Vecinos integrados en la plataforma de afectados por los cortes de luz muestran las facturas abonadas en los últimos meses. / iván gómez

Los vecinos de Pescadería y La Chanca no quieren seguir con las velas y candiles de antaño cada noche. Están más que cansados de la privación permanente a la que dicen estar sometidos desde hace cuatro años de necesidades tan básicas como ducharse con agua caliente, preparar un guiso, poner la lavadora o encender la televisión. Y preparan la primera movilización de afectados para el viernes a las ocho de la tarde en Puerta Purchena. Después de las reuniones con Endesa, la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno siguen padeciendo las interrupciones del suministro y advierten que se echarán a la calle hasta que se solucione esta problemática situación que les ha condicionado la vida durante los últimos años. Estiman que son más de mil las familias afectadas por los cortes de luz en el barrio, un tercio de los residentes, si bien las zonas en las que se producen las interrupciones se alternan. El foco inicial lo sitúan en las calles Valdivia y Ruano y a partir de ahí se han ido extendiendo las áreas con baja potencia y directamente sin electricidad por periodos de hasta 25 horas. Así lo cuenta una de las vecinas afectadas, Carmen Salvador, quién ha contabilizado una quincena de cortes durante el último mes que precisamente "ha sido el más caro", argumenta resignada con factura en mano. Le preocupa tirar los alimentos del frigorífico cuando se repiten largos periodos sin corriente, si bien lo que más le indigna es la medicación de su hija diabética porque requiere refrigeración y tiene que estar repartiendo las cánulas en casas de los familiares y amigos para recogerlas por las noches. La única lectura positiva es la solidaridad vecinal que ha surgido con estas carencias. Un vecino octogenario, Ramón, ha tenido que alertar a los servicios médicos al necesitar respiración porque le extirparon un pulmón hace un tiempo. Sin la máquina de oxígeno no puede vivir y está siempre alerta por si repite otro corte de luz.

El histórico José García, Pepillo el Barbero, es otro de los que más están sufriendo esta pesadilla y valora que la empresa los haya atendido siempre, pero requiere inversiones urgentes con las que poder solventar un problema que atribuye a la antigüedad de las infraestructuras de la red siendo consciente también del enorme perjuicio que están provocando los enganches ilegales para las plantaciones de marihuana. "No tenemos por qué saber quién se engancha ni hacer de policías ni enfrentarnos a otros vecinos del barrio porque nosotros estamos pagando religiosamente por un servicio que no nos prestan en condiciones", añade. Aprovecha para cuestionar al Ayuntamiento y a su alcalde porque ha sido la única institución que no los ha querido recibir. Rafael Gil, otro de los afectados, considera que las administraciones tienen que velar porque se preste un servicio básico a sus ciudadanos y critica que desde un primer momento todo se han desentendido. Narra, además, que las interrupciones no atienden a lógica y a veces se encuentran con bloques con la mitad de pisos sin suministro y la otra sin problemas. "No podemos estar dándole a nuestros hijos bocadillos todos los días porque no funciona ni la vitro ni el microondas. Estar así te genera una ansiedad difícil de llevar", añade Carmen Salvador. Después de un agosto horrible de penitencia se plantea recurrir a la vía judicial como otros vecinos porque ni con las incidencias hay descuentos en sus facturas.

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