Violencia machista

Protección para las mujeres y niños en todos los rincones de la provincia de Almería

  • La guardia civil Nazaret Villar relata los cometidos de los Emumes (Equipos mujer-menor) de la Guardia Civil

Nazaret Villar es una agente de la guardia civil que desarrolla su labor en el EMUME de la Comandancia.

Nazaret Villar es una agente de la guardia civil que desarrolla su labor en el EMUME de la Comandancia. / D.A. (Almería)

Hace 25 años se crearon los Emumes (Equipos mujer-menor) de la Guardia Civil. Como desde su inicio, su objetivo es seguir creciendo y seguir trabajando para erradicar cualquier tipo de violencia que se ejerce sobre la mujer por el mero hecho de serlo. Sus miembros son los responsables de proteger a las víctimas más vulnerables, una labor encomendadas a guardias como Nazaret Villar, que hace dos meses se incorporó al EMUMEde la Comandancia de Almería, trasladando la labor de este equipo esencial a Diario de Almería.

La agente explica que en la provincia se da “sobre todo, mucha violencia de género hacia la mujer extranjera y algún que otro caso de abuso sexual a menores”. En este punto, precisa que la violencia de género “no entiende de origen”, ya que el porcentaje de casos entre ciudadanos de otros países es mayor simplemente por la propia coyuntura de esta provincia, con una mayor población foránea que otros territorios. Señala que en estos casos es más complicado llegar hasta las mujeres que la sufren porque según su cultura o religión pueden hacer que vivan esta realidad de una forma diferente.

“Muchas veces, cuando dan el paso de denunciar, lo hacen ayudada por alguna persona conocida o es simplemente porque se actúa de oficio al ser algún vecino el que alerta de una discusión con gritos y llantos”, apunta. Los casos son muy diferentes pero pueden ser tan graves como el ocurrido el pasado mes de junio, cuando una mujer fue secuestrada en Dalías después de que su expareja llegase a dicha localidad desde Marruecos para forzarla a continuar la relación. El hombre se la llevó a Lorca y allí la tuvo retenida hasta que la víctima logró comunicarse con una amiga y enviarle por teléfono imágenes de las lesiones que había sufrido. Fue ésta la que informó a la Guardia Civil, organizándose un dispositivo de búsqueda que permitió dar con ellos en un callejón cercano a la vivienda, dónde la mujer fue liberada y el varón detenido.

Nazaret Villar es una agente de la guardia civil que desarrolla su labor en el EMUME de la Comandancia. Nazaret Villar es una agente de la guardia civil que desarrolla su labor en el EMUME de la Comandancia.

Nazaret Villar es una agente de la guardia civil que desarrolla su labor en el EMUME de la Comandancia. / D.A. (Almería)

La guardia considera que la situación, con todo, es mejor en Almería que en otras provincias. “Afortunadamente, en lo que llevamos de año, no hay ninguna víctima mortal, ya sea un menor o una mujer. Un dato significativo porque a nivel nacional son ya 47 las víctimas mortales de la violencia de género”, incide. Por ello, considera que el mensaje que hay que trasladar es que “si denuncias, el sistema te protege”.

Otro de los tristes cometidos del EMUME es atender los casos de niños que son víctimas de abusos o agresiones sexuales.“Lo peor es que casi siempre son por parte de alguien de su círculo cercano, alguna amistad del padre o algún familiar”, señala. También se encargan de aquellos pequeños que han quedado en situación de desamparo, por ejemplo, por encontrarse en un entorno de violencia de género. Otra actividad del EMUMEes la vinculada con la prostitución y la trata de seres humanos.

“El perfil de la víctima es el de una mujer que llega con necesidades económicas, que viene engañada porque una organización le ha ofrecido un trabajo y no sabe a qué se va a dedicar en realidad. Le han pagado el vuelo, el viaje hasta aquí y se encuentran con una deuda que tiene que devolver. Le quitan el pasaporte, el móvil... Y las obligan a ejercer en lugares en los que las condiciones de higiene son mínimas”, explica. Lugares como casas-cueva, cómo pasó en 2018 en Cuevas del Almanzora, uno de los escenarios de una operación coordinada por Europol que concluyó con 39 mujeres liberadas.

En muchos casos no sólo subsisten en condiciones infrahumanas, sino que son coaccioandas con vudú o cualquier otro medio al alcance de los proxenetas. Pero el EMUMEha servido para dar “seguridad y confianza a las víctimas”, además de a jueces y fiscales, que saben que las diligencias que les llegan han sido elaboradas por especialistas en esa materia. “Es un grupo muy bonito, aunque se investigan casos que son complicados de asimilar. Es muy gratificante cuando llegas al final y ves que has quitado de enmedio de la sociedad a esa persona”, concluye Villar.

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