Almería

Puesta a punto para combatir a los enemigos sobre y bajo tierra

  • La Legión es la responsable de diseñar las estrategias para la guerra subterránea del ejército español

  • Con 6.000 m2, el polígono de combate en zonas urbanizadas es reclamado por otras unidades y ejércitos europeos

El combate subterráneo no es nuevo. En la antigüedad ya se guerreaba bajo tierra pero en los últimos años ha adquirido un papel preponderante en países como Afganistán, Siria y especialmente en Gaza, donde Hamás utiliza el subsuelo para introducir efectivos y medios logísticos evitando así ser detectados. Una realidad que no puede ser ignorada y que hizo que España decidiese convertir a la Legión en la punta de lanza en el adiestramiento para la guerra en el subsuelo liderando el programa PICAS, siglas que corresponden a Preparación Integral para el Combate en Ambiente Subterráneo.

La Legión fue designada Unidad de Referencia para la Preparación (UPR), que se constituyó sobre dos secciones de las Banderas VII Valenzuela y VIII Colón del Tercio Don Juan de Austria reforzados por un batallón de zapadores y sanitarios. Así, esta unidad emérita del Ejército ha desarrollado en los últimos años tácticas, estrategias y mecanismos para combatir al enemigo, a los insurgentes y cualquier posible conflicto que implicase introducirse en cuevas, galerías, alcantarillas... Sin embargo para ponerlas en práctica tenían que trasladarse hasta las cuevas calurosas y naturales próximas al balneario de Sierra Alhamilla, o a las minas del Marquesado de Alquife en Granada, donde han compartido sus conocimientos con militares llegados de la vecina Francia.

Francia ya ha practicado con la Brileg en Alquife y regresará para probar estas instalaciones

"No podíamos depender de las buenas relaciones con civiles y se ideó este gran proyecto que se ha construido durante un año y medio, un polígono de combate de tres niveles: subsuelo, suelo y altura. La mayor instalaciones de este tipo en España y una de las mayores de Europa", explicaba ayer a los medios el general Juan Martín Cabrero, jefe de la Brigada de Legión Rey Alfonso XIII, minutos antes de participar en una visita al polígono de combate en zonas urbanizadas del campo de maniobras y tiro Álvarez de Sotomayor. Un espacio que durante un año y medio ha sido objeto de una importante ampliación y a la que se ha incorporado un entramado subterráneo gracias al esfuerzo y tenacidad de zapadores que partieron de una recreación virtual gracias a la altruista labor de un legionario con habilidades informáticas que lo plasmó en 3D durante una baja.

por lesión.

En total, 6.000 m2 de superficie que son una realidad gracias a una inversión de 500.000 euros, divididos en dos zonas separadas pero con posibilidad de conectarse en un futuro. La primera es una zona de iniciación al combate subterráneo que discurre íntegramente bajo tierra, y la segunda y principal con 500 metros lineales incluye construcciones verticales, calles urbanizadas, una red de alcantarillado y viales de tránsito para vehículos. Un modelo que está siendo replicado además en las instalaciones de la Legión de Montejaque, en Ronda (Málaga), donde se está ejecutando un campo similar aunque más reducido, de 300 metros lineales.

Como apuntó este jueves el general Martín Cabrero, estas instalaciones ya han atraído la atención de otras fuerzas armadas extranjeras, cuyos oficiales de enlace han visitado y comprobado "in situ" las posibilidades de esta recreación en "tres dimensiones".

El comandante Ruiz de Oña señaló un dato clave: En el siglo XXI el 54% de la población humana se concentra en espacios urbanos, el 70% en algunos países de Asia, y la tendencia es al alza. Algo que convierte a las ciudades en objetivos de grupos criminales o insurgentes. Como se ha dicho, estas instalaciones pretenden que los soldados que pasen por ella puedan prepararse para afrontar cualquier amenaza que utilice los subterráneos para evitar ser localizados o abatidos, pero también para flanquear a las fuerzas aliadas y atacar por frentes "inopinados".

En Viator se comienza por lo más básico, el combatiente individual para habituarlo a este tipo de ambientes, luego se pasa a un pelotón y posteriormente a secciones y compañías, trabajando con otros ejércitos aliados como el francés, que tras pasar por Alquife regresará durante el segundo semestre del año para practicar junto a la Legión en el polígono de combate en zonas urbanizadas. Ojo, porque no serán los únicos. En octubre se celebrarán de nuevo las Jornadas de Combate en Zonas Urbanizadas para Instructores de Fuerzas Ligeras, dirigidas principalmente al Ejército de Tierra pero también al del Aire y la Armada, la Guardia Civil y la Policía Nacional, y las fuerzas armadas de países aliados como Reino Unido, Francia, Portugal e Italia.

El teniente coronel Viera, jefe de la bandera de Zapadores, aclaró ayer que la totalidad de las obras ejecutadas a apenas dos kilómetros del acuartelamiento Álvarez de Sotomayor, han sido ejecutadas por miembros de este grupo, a excepción de la "joya de la corona", un edifico de tres pisos que posibilita entrenar para actuar cuando el ataque viene desde el punto en el que los soldados son más vulnerables: Las alturas.

Indicó que aunque son totalmente operativas, en los próximos meses se llevarán a cabo algunas actuaciones de mejora como la instalación de alumbrado interior en las galerías subterráneas y ya a más largo plazo podrán implantarse diversas puertas para "jugar" con las posibilidades que ofrece este entramado bajo tierra y crear ejercicios de todo tipo que podrán variar en función de cómo se configuren en uno u otro momento.

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