Cientos de familiares recibieron ayer en el aeropuerto de Almería a los 134 legionarios de la tercera rotación del contingente BPC- VII Besmayah, de la Operación Apoyo Irak, tras pasar seis meses en ese país formando a las fuerzas armadas locales para combatir al yihadismo.

Los legionarios llegaron sobre las nueve de la mañana, dos horas después de lo previsto, al aeródromo de la capital almeriense en un Boeing 737 de Air Europa, y fueron recibidos por el general Juan Martín Cabrero, jefe de la Brigada de Legión Rey Alfonso XIII, quien felicitó por el éxito de su misión.

En su alocución a los recién llegados, el general mostró su "alegría y satisfacción enorme" en un día "especialmente festivo" para todos aquellos que los echaban de menos.

"Hace seis meses os despedíamos en este mismo lugar con la envidia del soldado, porque erais vosotros los elegidos para esta misión en las lejanas tierras de Irak, de tener el honor de representar a España, a su Ejército y a la Legión, constituyéndose el resto de la Brigada en vuestro apoyo en la retaguardia junto a vuestros familiares", dijo.

Posteriormente, el general destacó que el trabajo de estos legionarios junto a los soldados de otras unidades ha sido una pieza fundamental para que el ejército iraquí "sea instruido de una manera que pueda afrontar las necesidades que tienen para luchar contra el yihadismo".

"Nunca se sabe cuándo es periodo de disponibilidad, la disponibilidad que tiene la Legión son 24 horas al día durante 365 días al año, dispuestos y preparados para salir a cualquier misión que España necesite", respondió al ser interpelado sobre las próximas misiones en el exterior de la Legión.